La confianza de los inversores internacionales en la Bolsa española marcó el año pasado un nuevo récord. Según el Informe Anual sobre la propiedad de las acciones cotizadas, elaborado por el Servicio de Estudios de BME, los no residentes poseen el 48,1% de la Bolsa española. Son dos puntos porcentuales más que el año pasado y supone un nuevo récord histórico.
Las empresas cotizadas gozan de una presencia de inversores extranjeros en su capital más amplia, diversificada y transparente que las compañías no cotizadas. Los inversores foráneos cuentan con poco más del 20% de las acciones de empresas no cotizadas, frente a casi la mitad del valor de las compañías de la Bolsa española que controlan.
Las compañías no financieras son el segundo grupo con más peso en el capital de las compañías españolas, ya que controlan el 20,5% de su valor bursátil, cuatro décimas más que el año pasado. Tras las desinversiones de los tiempos de la crisis para reducir el endeudamiento, las sociedades han incrementado en más de tres puntos porcentuales su participación en Bolsa desde 2014.
Por el contrario, la presencia de las familias en la Bolsa cae dos puntos hasta el 17,2%, en parte, por el crecimiento de la inversión en instituciones de inversión colectiva. Esta cifra se acerca el nivel medio de los países europeos.
Se mantiene prácticamente estables la participación en la Bolsa española de los fondos de inversión, planes de pensiones y seguros (un 7,9%), de las Administraciones Públicas (un 3,3%) y de bancos y cajas (un 3%).
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