2018 fue un año desafiante para los inversores soberanos internacionales, debido a la combinación de los volátiles y débiles mercados de renta variable con la caída de los precios de los bonos. En su séptimo informe anual sobre la gestión de activos de los grandes fondos soberanos internacionales y los bancos centrales, Invesco señala que, en este contexto, las asignaciones a renta fija han aumentado hasta el 33% en 2019, mientras que las dirigidas a renta variable han caído del 33% al 30%.
Esto se debe a que la volatilidad de esta última ha hecho que los soberanos se hayan inclinado por el perfil defensivo de la renta fija y los beneficios de diversificación de los activos del sector privado, abandonando esa tendencia a apostar por los beneficios de la renta variable que había marcado su estrategia en los últimos cinco años.
La visión de que se acerca el final del ciclo económico es casi unánime: el 89% de los soberanos esperan que termine en los próximos dos años. “Las preocupaciones de final de ciclo –la volatilidad y la perspectiva de retornos negativos en las acciones- han empujado a los soberanos hacia una postura más defensiva que se ha visto apoyada por la mejora de la rentabilidad en algunos mercados de renta fija”, señala el informe.
La caída del precio de la renta variable y las carteras más defensivas llevaron a los soberanos a obtener retornos más bajos de sus inversiones en 2018, con un 4% de media frente al 9,4% de 2017. Aun así, el retorno del anualizado a 5 años se mantiene en buen estado de salud, con un 7,6% anual.
El 23% de los encuestados experimentaron retornos negativos el año pasado y, en concreto, los fondos con mayores asignaciones a estrategias pasivas de renta variable se llevaron la peor parte. Para Invesco, con el MSCI World Index cayendo un 8,7% en términos del dólar estadounidense durante el año, el hecho de que tres cuartas partes de los fondos registrasen retornos positivos “subraya los beneficios de la diversificación, ya que la renta fija y los activos no líquidos tomaron el relevo”.
Las ventajas de diversificación que aportan los mercados privados cuando los mercados públicos atraviesan épocas de volatilidad refuerza la fuerte demanda de inversiones en los primeros: los inversores planean incrementar sus asignaciones a infraestructuras, real estate y capital privado.
Además de retornos con baja correlación a otros mercados de capitales, otras de las ventajas que ofrecen son la protección ante la inflación, los activos de larga duración y la prima de no liquidez.
Las inversiones en mercados privados también permiten a los soberanos capitalizar tendencias a muy largo plazo, como el cambio climático o las transformaciones demográficas. En ese sentido, aumentar las asignaciones a alternativos no líquidos es una tendencia global, pero es particularmente notable en Occidente y Oriente Medio. En este último, el 75% planea incrementar las inversiones en infraestructuras y el 63%, en capital privado.
Hacia una inversión por factores más sofisticada
La debilidad de los mercados en 2018 impactó especialmente en las carteras pasivas ponderadas por capitalización del mercado, ya que capturaron el rendimiento negativo (más las tasas). En su estudio del año pasado, Invesco ya apuntó que el aumento de estas inversiones se había visto moderado por el incremento del factor investing, especialmente en las carteras de renta variable. Sin embargo, la debilidad de estos mercados ha generado desafíos también para ese tipo de inversiones.
Aquí es donde entra la diferenciación entre estrategias multifactor y las que invierten en uno solo. Las últimas son las que más se vieron impactadas por la reciente volatilidad, llegando a registrar resultados negativos en 2018. “Los inversores que adoptaron un sencillo enfoque ‘set and forget’ (establecer y olvidar) en sus asignaciones a factores también tuvieron retornos negativos”, señala el informe de Invesco, que destaca que esta circunstancia está motivando la migración de las estrategias de factor único a las multi-factor, que pueden adaptarse mejor a las distintas circunstancias del mercado.
Además de este movimiento, los soberanos muestran cada vez más interés en aprovechar las estrategias por factores a través de distintas clases de activos. Por ejemplo, el 16% de los fondos las utiliza en sus asignaciones de renta fija en mercados desarrollados.