El Informe Mundial de la Riqueza 2019 elaborado por Capgemini señala que el patrimonio mundial de las grandes fortunas disminuye en 2 billones de dólares tras siete años consecutivos de crecimiento, pero el nivel de satisfacción y confianza en los gestores y las firmas de gestión de patrimonios sigue siendo alto.
Según revela el informe, tras siete años de crecimiento continuado, el patrimonio de las grandes fortunas disminuyó un 3% en 2018 a nivel mundial. Consecuencia en gran parte por un retroceso de la riqueza de la región de Asia-Pacífico, en especial en China. Esta reducción equivale a la pérdida de 2 billones de dólares en todo el mundo.
Pese a ello, las firmas de gestión de patrimonios mantuvieron estables los niveles de satisfacción y confianza de sus clientes, aunque la mejora de las relaciones personales sigue siendo clave para estas entidades, algo que pueden conseguir por medio de un uso eficaz de las tecnologías de próxima generación.
Entre las conclusiones del informe destaca que Asia-Pacífico ha registrado la mayor disminución de riqueza y en cambio, crece en Oriente Medio. El número de millonarios en todo el mundo (HNWI) y su riqueza han disminuido, respectivamente, un 0,3% y un 3%. Asia-Pacífico representa 1 billón de dólares de la caída global, tras reducir su población de millonarios un 2% y la riqueza que concentran, un 5%. Únicamente China ha sido responsable de más de la mitad (53%) de la pérdida de riqueza de Asia-Pacífico y de más del 25% en todo el mundo.
El patrimonio de las grandes fortunas también retrocede en casi todas las demás regiones. En Latinoamérica cayó un 4%; en Europa, un 3% y en América del Norte, un 1%. Sin embargo, en Oriente Medio se invirtió la tendencia: la riqueza de las grandes fortunas creció un 4% y su población HNWI, un 6%, impulsadas por el sólido crecimiento del PIB y la evolución de los mercados financieros. En línea con el año anterior, los mercados con más volumen de millonarios —Estados Unidos, Japón, Alemania y China— representan el 61% del total de la población mundial de grandes fortunas.
Ultramillonarios: pérdida económica
En 2018, la población de ultrarricos (fortunas superiores a 30 millones de dólares) se redujo en un 4% y su riqueza descendió alrededor del 6%. Estas pérdidas representan el 75% de la disminución total de la riqueza a escala mundial.
El segmento de millonarios de nivel medio (fortunas de entre 5 y 30 millones de dólares) representa el 20% de la pérdida total global —redujo su patrimonio un 2,6%—, mientras que el segmento inferior de millonarios (entre 1 y 5 millones de dólares y que representa casi el 90% de la población HNWI) es el que se vio menos afectado, ya que su riqueza menguó menos del 0,5%. Esto significa que la mayoría de la reducción tanto del número de millonarios como de la riqueza que concentran se dio en los segmentos más altos (ultramillonarios y millonarios de nivel medio).
El efectivo sustituye a la renta variable como inversión
Según arroja el informe, la composición de las carteras de inversión ha cambiado de manera significativa: el efectivo ha sustituido a la renta variable como clase de activo más utilizado como inversión en el primer trimestre de 2019 y representa el 28% del patrimonio financiero de las grandes fortunas, mientras que las acciones han pasado a una segunda posición, con cerca del 26% (5 puntos porcentuales menos que el año anterior). La volatilidad en los mercados bursátiles dio lugar a un ligero incremento de las inversiones alternativas, que llegaron al 13%, 4 puntos porcentuales más que doce meses antes.
Por último, pese a la disminución de la riqueza, el nivel de satisfacción y confianza en las firmas de gestión de patrimonios se incrementó en tres puntos porcentuales, hasta el 81,8%. Sin embargo, el informe pone de manifiesto una oportunidad clara para estas firmas ante las expectativas crecientes de las grandes fortunas: en 2018, la razón principal por la que los ricos cambiaron de gestora fue una experiencia de servicio insatisfactoria.
Se espera que las BigTechs sean uno de los mayores factores de disrupción del sector debido a sus capacidades digitales, pues menos del 50% de millonarios afirma que se encuentra satisfecho con las actuales plataformas móviles y online y el 85% demanda una mayor interacción digital a la hora de acceder a información sobre sus inversiones. Al mismo tiempo, solo el 62% de las grandes fortunas señala que se sienten cómodas con las comisiones de su principal gestora de patrimonios, y muchas demandan soluciones más personalizadas centradas en una mayor creación de valor.
Según el informe de Capgemini, la inversión en tecnologías de próxima generación será clave para mejorar la experiencia del cliente. A pesar del consenso existente entre directivos de empresa y gestoras de patrimonios en cuanto a la importancia de la inteligencia artificial como factor disruptor en el sector, solo el 5% de las firmas consultadas han implantado estrategias de inteligencia artificial de forma transversal en las principales áreas de su organización. Para lograr un crecimiento sostenido dentro de este entorno disruptivo, las empresas deben aplicar tres estrategias clave: salvar la brecha de valor entre gestoras de patrimonios y clientes, redefinir la estrategia tecnológica y aprovechar un ecosistema integrado.
“Aunque la volatilidad del entorno económico de 2018 ha provocado la disminución de la riqueza de las grandes fortunas a escala mundial, las gestoras de patrimonios han tenido un éxito extraordinario a la hora de mantener unos fuertes niveles de confianza por parte de sus clientes. Sin embargo, en el futuro el éxito dependerá de la agilidad de las firmas de gestión patrimonial para mejorar la experiencia del cliente y encontrar nuevas formas de añadir valor con la oferta de servicios más personalizados. La tecnología de próxima generación y la mejora del cumplimiento de sus expectativas ayudará a ello, aunque el entorno cambia tan rápido que las empresas no deben temer revisar a conciencia sus estrategias y sus modelos de negocio siempre que sea necesario”, explica Anirban Bose, consejero delegado de Servicios Financieros de Capgemini y miembro del Comité Ejecutivo del Grupo.