Las acciones de las empresas agrícolas argentinas cotizadas en la bolsa de Buenos Aires se dispararon al inicio de la semana, saludando así el acuerdo de libre comercio logrado entre la Unión Europea y el Mercosur. Recuperados de la noticia, se empiezan a analizar las consecuencias de un acuerdo que, después de 20 años de negociación, parecía inalcanzable.
Firmas como Ledesma, Molinos Agro o Molinos Río de la Plata registraron una progresión de dos dígitos, mientras desde el gobierno argentino se destacó que la apertura progresiva del mercado europeo generará un comercio anual de 100.000 millones de dólares para todos los implicados.
Desde Uruguay, el gobierno también reaccionó con optimismo: “El acuerdo firmado entre el Mercosur y la Unión Europea es el más grande del mundo, pues concentra 90.000 millones de dólares anuales y abarca 800 millones de personas. En particular, y una vez que entre en vigencia el convenio, Uruguay accederá de modo preferencial a 58 países con 97 % de sus productos de exportación, con un impacto anual de 100 millones de dólares”, anunció el ministro de Exteriores Rodolfo Nin Noboa.
Según se desprende del documento, la Unión Europea liberará las restricciones para el 92% de sus importaciones de Mercosur en un plazo de 10 años. Para otros productos denominados “sensibles” ese plazo será mayor.
Para la agencia calificadora Moody´s, el acuerdo “es un acontecimiento positivo en término crediticios, cuyos beneficios probablemente se materializarán en el mediano plazo».
Samar Maziad, analista senior de Moody’s, considera que Paraguay y Uruguay serán los países más beneficiados por el cambio porque son “economías abiertas y pequeñas».
«En el caso de Brasil y Argentina, las economías más grandes del Mercosur, prevemos que los beneficios económicos serán importantes, pero proporcionalmente menores y que las perspectivas macroeconómicas seguirán estando dominadas por acontecimientos domésticos», dijo la experta.
Desde el despacho de abogados Baker McKenzie, Esteban Ropolo, socio director de Baker McKenzie en Argentina, explicó que el acuerdo hará necesarias reformas económicas y políticas en los países de Mercosur para poder seguir el ritmo de la UE.
“Los gobiernos locales se verán obligados a introducir reformas fiscales, laborales y fiscales ambiciosas para mantener sus economías competitivas, lo que ayudará a consolidar dichas reformas dada la dificultad de revertirlas debido a las restricciones legales del acuerdo. Por sectores, las compañías relacionadas con el sector agrícola y servicios serán los grandes ganadores de este acuerdo», afirmó Esteban Ropolo.