Las gestoras afrontan el segundo semestre de 2019 con los ojos puestos en la evolución del crecimiento global, en el efecto de las tensiones geopolíticas en los mercados y en las decisiones que van tomando los bancos centrales. Esto ha hecho que los analistas hayan estado más pendientes de regiones como Europa, Norteamérica o Asia, pero ¿qué hay de los mercados emergentes? Según explican las principales casas de inversión, éstos también tiene un lugar que ocupar en las carteras.
Desde finales del tercer trimestre de 2018, el mundo en desarrollo ha experimentado muchos cambios positivos, como la relajación de las condiciones financieras y una menor preocupación por el proteccionismo comercial. En opinión de James Donald, gestor de renta variable emergente de Lazard Asset Management, la prima de crecimiento económico sobre los mercados desarrollados volverá a crecer a favor de los mercados emergentes este año. “ Como resultado, las acciones de los mercados emergentes superaron a las de EE.UU. durante un período de seis meses. De hecho, hasta mediados de abril, las acciones de los mercados emergentes subieron casi un 13% antes de ceder la mayor parte de sus ganancias a medida que se rompían las negociaciones comerciales entre China y Estados Unidos”, explica el gestor.
En este sentido, desde Legg Mason señalan que “el entorno de riesgo de los mercados emergentes ha seguido mejorando, ya que el rápido crecimiento en la clase media ha cambiado la estructura de varias economías clave”. En particular, la gestora destaca que esta tendencia ha sido más clara en países como Brasil, India México y Sudáfrica. “El crecimiento salarial agregado en términos nominales ha sido tibio en esos cuatro países durante los últimos cinco años. Y la mejora que se ha producido no ha beneficiado a todos los estratos económicos. Sudáfrica, por ejemplo, tiene una tasa de desempleo del 27%, una realidad con fuerte influencia en la ¡agitación política del país”, añaden desde Legg Mason.
Aunque Donald reconoce que los inversores de los mercados emergentes siguen afrontando varios riesgos, incluidas las fricciones comerciales entre China y Estados Unidos, posibles sanciones adicionales a Rusia, y la volatilidad de la renta variable y la moneda brasileña debido al complicado proceso legislativo para la reforma de la seguridad social. “Las acciones de los mercados emergentes ofrecen atractivos rendimientos de flujo de caja libre del 5,5% frente al 4,7% de los mercados desarrollados y del 4,6% de Estados Unidos, y oportunidades de recoger dividendos: el rendimiento por dividendo del MSCI Emerging Markets Index es de aproximadamente el 2,7%, en comparación con el 1,8% del índice S&P 500”, sostiene el gestor de Lazard AM.
Respecto a la renta fija, Alejandro Arévalo, gestor de renta fija emergente de la gestora de fondos Jupiter AM, apunta a países como Turquía o Argentina pueden ofrecer resultados diferentes para el inversor, por lo que es clave invertir con un enfoque ágil que aúne análisis fundamentales, macroeconómicos y de valoración. En su opinión estos dos países y las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos son los que pueden malograr la recuperación de los mercados emergentes este año. “Dado lo mucho que puede cambiar el discurso de una semana a otra, apostamos por un enfoque prudente que ayude a nuestras carteras a sobrellevar las noticias sobre el comercio, en lugar de posicionarnos claramente en relación con el propio conflicto. Preferimos no correr el riesgo de acertar una semana y quedar fuera de juego la siguiente”, explica refiriéndose a la guerra comercial.
“Este año, la mejor estrategia será invertir en una cartera mixta que combine la seguridad de los bonos gubernamentales con activos de mayor riesgo como el crédito high yield y la deuda de mercados emergentes. Los bonos gubernamentales pueden aportar estabilidad a la cartera, al comportarse bien cuando los mercados de riesgo son vulnerables y proteger el resto de la cartera. Aunque los datos se están deteriorando, siguen siendo buenos, las tasas de impago siguen en niveles bajos y los diferenciales se han ampliado, por lo que el high yield y los mercados emergentes podrían contribuir decididamente a la rentabilidad”, afirma Jonathan Day, gestor de renta fija de Newton, parte de BNY Mellon Investment Management.
Por último, desde Amundi señalan una tendencia que va ganando peso en estos mercados y que destaca más atención por parte de los inversores: los bonos verdes. Según el informe Amundi-IFC Emerging Market Green Bond 2018, este tipo de activo puede impulsar una inversión muy necesaria relacionada con el clima. “Los mercados emergentes son las regiones más expuestas a los riesgos del cambio climático, pero se enfrentan a un desafío sin precedentes para descarbonizar sus economías y mantener al mismo tiempo un desarrollo económico sostenible. Responder a los requisitos de financiación para construir nuevas infraestructuras compatibles con estos retos requiere capital tanto del sector público como del privado”, sostiene el documento en sus conclusiones.