Para Altair Finance AM el entorno actual es muy poco favorable y los indicadores predicen claramente una recesión. Con una gran naturalidad y sin dramatismo, Salvador Díaz, del equipo de renta fija y mixtos de la gestora y asociado senior de gestión, ha señalado que la curva de tipos apunta a una recesión, que prevé sea más suave que la anterior. “Es algo lógico después del crecimiento en forma de uve que hemos tenido”, ha explicado durante una presentación ante medios de comunicación.
Díaz ha reconocido que les preocupa lo que significa esta curva invertida, pero desde luego lo que no consideran es que estemos ante “el fin del mundo”. Un argumento que también ha suscrito Antonio Cánovas del Castillo, CIO de la firma, quien no ha matizado cuándo comenzará esta recesión: “Cuando hablamos de recesión no nos referimos a una recesión como la última vivida, de hecho lo que no preocupa más una probable recesión financiera, como efecto del impacto en el sector financiero de unos tipos bajos prolongados y laxitud de los bancos centrales, que una recesión en la economía real donde las tendencias a largo plazo y los fundamentales siguen siendo favorables”.
La gestora considera que estamos ante un entorno donde los riesgos bajistas derivados de la tensión política están lastrando el crecimiento en el corto-medio plazo y donde los bajos y la intervención de los bancos centrales siguen soportando el nivel de crecimiento. “Con este contexto de tipos extremadamente bajos se ha producido un cambio en la percepción del riesgo del inversor. Nos encontramos que el inversor tradicional está demandando un retorno atractivo y para ofrecérselo, las casas de inversión han asumido más riesgo en su nombre. Esta escalada de ir tomando más riesgo empezó con los activos tradicionales y se ha movido hacia toda clase de activos. Esto puede provocar que por ejemplo en un caso de falta de liquidez, en el caso de la renta fija, el inversor se encuentre con más riesgo en su cartera del que creía tener”, afirma Díaz y pone como ejemplo la “trampa” en que se está convirtiendo el mercado de high yield.
Frente a esta tendencia del sector, Cánovas del Castillo destaca que en la gestora defiende el principio de que “sea el gestor el que se mueva y no el inversor”, es decir que los equipos cuenten con la suficiente flexibilidad en sus productos como para rotar rápidamente las carteras y adecuarlos al contexto de mercado sin cambiar el perfil de riesgo del inversor, eso sí: “no asumiendo nunca un riesgo que no esté apropiadamente recompensado”.
Se podría pensar que Altair Finance AM tiene una visión muy negativa del entorno, pero no es así. Asumen que hay cierto sectores sectores que están muy caros, como por ejemplo el financiero, o que muestran síntomas de debilidad, como la automoción, pero que sigue habiendo oportunidades a corto plazo. “En general, hemos colocado a nuestras carteras en una posición mucho más defensiva. En renta fija estamos cómodos como tenedores de bonos del sector financiero, un sector que en cambio en renta variable no nos gusta, y por duraciones cortas. En renta variable, seguimos optando por nombres individuales que cumplen una serie de características que consideramos fundamentales como tener una buena caja y un modelo de negocio sólido”, señala Díaz.
En términos generales, la gestora está infraponderando la mayor parte de activos de riesgo y mantienen las carteras en una posición conservadora a la espera de que lleguen las correcciones del mercado y que lleven a los activos a niveles normales de valoración. “Somos de los que creemos que el negocio se hace comprando cuando el mercado está estresado, no puedes invertir por las expectativas de un precio”, añade Cánovas del Castillo.
Respecto a España, la gestora considera que los datos económicos son positivos y que el riesgo político que existe no es tan elevado como el de otros países europeos. “Los inversores extranjeros han dejado de ver a España como país periférico y han pasado a pensar que están ante un país con una gran perspectiva de crecimiento a largo plazo”, concluye.