Pese a que los mercados europeos afrontan grandes desafíos este año, AllianceBernstein cree que hay “muchos motivos” para invertir en ellos. Las sólidas perspectivas de crecimiento de beneficios, las valoraciones atractivas y los catalizadores específicos de las empresas pueden ayudar a impulsar los retornos. Aun así, es necesario implementar una estrategia altamente selectiva para poder aprovechar al máximo las posibilidades de las acciones a nivel regional, teniendo siempre en cuenta los desafíos macroeconómicos que afrontan estos países.
Hasta cierto punto, las asignaciones pasivas de renta variable pueden capturar el fuerte potencial de beneficios de Europa y las valoraciones. Sin embargo, en un reciente informe, la gestora insiste en que es “esencial” contar con una visión activa para poder identificar las firmas que cuentan con motores de negocios únicos que ofrezcan retornos sostenibles.
Desafíos políticos
Además del principal riesgo político que afronta actualmente Europa -el Brexit-, AllianceBernstein apunta que existen otros factores a tener en cuenta. “Desde las protestas callejeras en Francia a los Gobiernos en Hungría, Polonia y otros países, la reaparición del populismo en Europa está desafiando las normas de la UE”, afirma. Además, con las elecciones al Parlamento Europeo de mayo más cerca, los inversores podrían preocuparse por que se produzca un auge de estos partidos que perjudique la estabilidad de las instituciones europeas.
Sin embargo, para la gestora, estos miedos son algo exagerados y el riesgo político “no es un motivo para evitar las acciones europeas”. Actualmente, la región ofrece numerosas oportunidades para poder implementar una selección ascendente de activos basada en un análisis de los fundamentales. “Es la clave para invertir con éxito”, asegura.
Fuerte potencial de beneficios
Los beneficios de las empresas estadounidenses crecieron mucho más rápido que los de las europeas en 2018. Lo más probable es que esta tendencia se dé la vuelta este año: está previsto que las ganancias por acción en Europa sin el Reino Unido crezcan un 9% frente al 8% de las de EE.UU., según los últimos pronósticos.
A largo plazo, los márgenes de Estados Unidos probablemente caigan de sus máximos históricos, mientras que, en Europa, los márgenes son más bajos que en otros momentos del pasado, lo que significa que hay más espacio para un crecimiento a largo plazo.
Valoraciones atractivas
Las valoraciones se contrajeron drásticamente en casi todas partes a finales de 2018. Aun así, las acciones europeas continúan negociándose con un descuento de entre el 15% y el 20% frente a sus pares estadounidenses. En parte, esto refleja la diferente composición por sectores de los dos mercados, ya que, proporcionalmente, el estadounidense cuenta con más acciones tecnológicas (que son más caras), mientras que Europa tiene más financieras e industriales (que son más baratas). Ese descuento también sugiere que los retornos de las acciones europeas serán más altos a largo plazo.
Catalizadores específicos de las empresas
Los motores específicos de cada firma deberían generar catalizadores a corto plazo para el desempeño de este año, en opinión de AllianceBernstein. Muchas empresas europeas están simplificando sus operaciones o segregando los negocios que no son los fundamentales.
En otros casos, el excesivo pesimismo en torno a las perspectivas de algunas industrias, como la de automóviles o autopartes, han movido a la baja las valoraciones de empresas individuales hasta un nivel a partir del cual es más fácil que se produzca un rápido repunte. De hecho, la gestora asegura que ya hubo señales de ello en los mercados bursátiles el pasado enero.
“El capital privado y los inversores activos están cada vez más involucrados en las empresas europeas, lo que demuestra que los más inteligentes reconocen estas oportunidades y pueden servir como un catalizador para que las acciones individuales ofrezcan retornos más fuertes”, afirma AB.
Fondos de renta variable europea
Las carteras que invierten de forma pasiva no pueden aprovecharse de estas tendencias. Por ello, las carteras de renta variable europea y de la Eurozona de la gestora cuentan con un enfoque especialmente activo, diseñado para generar retornos a largo plazo en un entorno de mercado “muy complejo”.
“El equipo de la cartera piensa como los propietarios de negocios y busca activos con potencial de beneficios a largo plazo, valoraciones atractivas y catalizadores específicos en las empresas”, apunta AllianceBernstein. En ese sentido, hace hincapié en que se centran en compañías que tengan potencial para ofrecer resultados sin ayuda del mercado e, incluso, si las condiciones macroeconómicas se ponen más duras.
Por todo ello, desde 2010, el fondo AB Eurozone Equity busca ofrecer crecimiento de capital a largo plazo invirtiendo, sobre todo, en acciones de firmas de la Eurozona que ofrezcan potencial de rentabilidad a largo plazo y valoraciones atractivas. Con cinco estrellas Morningstar, actualmente gestiona alrededor de 1.000 millones de euros en activos netos a través de 48 posiciones.
Mientras, el AB European Equity lleva implementando desde mayo de 2001 la misma estrategia, pero, en su caso, en empresas de toda la región. Con cuatro estrellas Morningstar, gestiona 568 millones de euros en activos netos a través de 54 posiciones.