El mercado de la vivienda australiano atraviesa serias dificultades. Según Ariel Bezalel, jefe de estrategia de renta fija en Jupiter AM, esto no le resta valor a los bonos del gobierno australiano, uno de los activos más populares entre los gestores de renta fija. Australia ha experimentado un periodo récord de crecimiento económico. De hecho, la última vez que vivió una recesión fue cuando Alemania aún estaba demoliendo oficialmente el Muro de Berlín, Margaret Thatcher acababa de renunciar y Donald Trump anunció la primera bancarrota de uno de sus empresas.
“Australia ha experimentado un período récord de crecimiento económico, incluso siendo resistente ante la crisis financiera mundial de 2008. Sin embargo, hemos estado monitoreando el debilitamiento de su mercado de la vivienda en Australia, y nos preocupa que se esté desarrollando una crisis crediticia a cámara lenta, que podría empeorar significativamente en los próximos 12 meses. De hecho, Morgan Stanley advirtió recientemente que la caída de la vivienda podría torpedear la carrera de Australia de 27 años sin una recesión”, apunta Bezalel.
La configuración del mercado de la vivienda en Australia tiene sorprendentes similitudes con la del mercado de la vivienda en los Estados Unidos antes de la crisis financiera mundial. El mercado inmobiliario de Australia se ha disparado en los últimos 35 años, pero ahora se está desinflando rápidamente a medida que los bancos ajustan sus estándares de préstamos, tras un periodo de laxitud. A esto también se suma los hallazgos del gobierno de ciertas prácticas deficientes por parte de los bancos a la hora de solicitar préstamos.
Según Bezalel, “como resultado, el crédito al mercado de la vivienda en Australia se ha agotado drásticamente y el país ahora enfrenta la peor recesión de viviendas en 35 años. Los precios nacionales de las casas cayeron un 1,3% en diciembre, la mayor caída mensual desde 1983, con lo que la caída anual fue del 6,1% en 2018”.
Otro motivo que le preocupa es la “mala salud” de los consumidores, que son ahora mismo uno de los más endeudados en todo el mundo desarrollado, con una deuda en los hogares de alrededor del 120% del PIB. “Esto es algo más alto que donde el consumidor estadounidense estaba junto antes de la crisis financiera mundial. Con hipotecas que representan el 56% de toda la deuda de los hogares, este nivel de endeudamiento ya está afectando a la economía australiana”, advierte.
Además, como ocurre en el resto del mundo, la economía australiana también se desacelera. “Esperamos que la economía continúe debilitándose durante los próximos seis meses, especialmente porque los vientos en contra de la crisis crediticia impulsada por la vivienda coinciden con la desaceleración del crecimiento en China, el mayor socio comercial de Australia, y por las elecciones federales de mayo, que siempre generan volatilidad”, estima este responsable de renta fija de Jupiter AM.
Pese a este escenario, la gestora se muestra optimista respecto a los bonos del gobierno australianos, sobre todo a largo plazo, ya que conservan una calificación de triple A. Esto ha hecho que este tipo de bono se convierta en un activo refugio, ya que los gestores consideran que ofrecerán un rendimiento muy atractivo, ajustado al riesgo, durante los periodos de volatilidad. “Cubrimos toda la exposición al dólar australiano en nuestra estrategia, ya que creemos que la moneda continuará debilitándose. Las tasas de interés en Australia están en torno al 1,5%, y creemos que existe el potencial de que lleguen a cero, dados los riesgos de su economía. Creemos que el Banco de la Reserva de Australia puede tardar un tiempo en considerar correctamente reducir las tasas pronto. Esta postura debería ejercer una mayor presión sobre el final más largo de la curva de rendimiento que podría beneficiar a los bonos del gobierno que tenemos en la cartera”, concluye.