La solvencia es un elemento crucial a tener en cuenta en la inversión en bonos. ¿Cómo asegurar la amortización de la inversión en deuda corporativa? ¿Qué pasa si la sociedad emisora no produce suficiente flujo de caja para hacer frente al pago de intereses? Elegir bonos con una garantía financiera es habitualmente considerado como un medio para asegurarlos. En términos de garantía, el apoyo del Gobierno encabeza la lista. Por ende, los bonos emitidos por empresas en las que el Estado es su propietario o tiene un grado considerable de control constituyen una clase de activo interesante, según apunta BLI – Banque de Luxembourg Investments en un reciente informe.
Este tipo de compañías son las primeras que más habitualmente captan la atención de los inversores de bonos internacionales. La mayoría de ellas son utilizadas por el Gobierno para asegurarse un cierto nivel de control sobre sectores considerados estratégicamente importantes o para proveer determinados servicios públicos.
Para la analista de renta fija de BLI Gina Kogelschatz, el grado en el que los Gobiernos hacen uso de estas empresas para mantener el control de ciertas áreas de su economía varía entre países dependiendo de su sistema político y puede cambiar significativamente en el tiempo dependiendo de las ideologías predominantes y varias consideraciones políticas, económicas y sociales.
Por sectores
Las empresas de titularidad pública operan en sectores caracterizados por monopolios naturales, normalmente en la provisión de diversos tipos de infraestructuras, como la electricidad, el agua, la energía, productos petroquímicos o redes de ferrocarril. En aquellos países en los que las exportaciones de recursos naturales juegan un papel importante en la economía nacional, este tipo de compañías son fundadas por los gobiernos para poder mantener el control sobre la extracción y la exportación de dichos recursos, apunta Kogelschatz. Algunos ejemplos son las compañías petroleras estatales de Oriente Medio o las mineras de Latinoamérica.
El interés de los mercados emergentes
Los bonos de las compañías de titularidad pública en mercados emergentes que operan en entornos relativamente estables con bajos tipos de interés pueden incluirse en una cartera de inversión en renta fija. Muchas de estas empresas en mercados emergentes son emisoras bien establecidas en el mercado internacional de bonos. En opinión de la analista de BLI, debido a su cercanía al Estado y el papel estratégico que suelen desempeñar en sus países, pueden ser consideradas como una opción de inversión de relativamente bajo riesgo.
Para los inversores con estrategias defensivas, los bonos de estas compañías pueden ser una buena alternativa a la deuda pública, ofreciendo una prima crediticia en una esfera de bajo riesgo.
El caso de la Corporación Estatal de la Red Eléctrica de China
China es uno de los países con el mayor número de empresas de titularidad pública y alberga a algunas de las más grandes del mundo. Kogelschatz asegura que el caso de la Corporación Estatal de la Red Eléctrica del país refleja la profundidad y extensión de este sector. Con 1.000 millones de clientes, unos 900.000 empleados y ganancias de aproximadamente 363.000 millones de dólares, es la mayor empresa de suministro del mundo y su importancia estratégica es tal que su calificación crediticia está en línea con la del Estado chino (A+).
Las claves
En opinión de Kogelschatz, una de las claves fundamentales a la hora de comprar bonos de compañías de titularidad pública es la probabilidad de un rescate gubernamental en el caso de turbulencias financieras. La importancia estratégica de una empresa para el país en cuestión, antecedentes de inyecciones de capital por parte del Estado y mecanismos de apoyo bien establecidos son algunos de los aspectos centrales en esta valoración.
El riesgo político es un factor clave para los inversores más expertos. Por un lado, las empresas de titularidad pública tienen más probabilidades de ser subvencionadas e, incluso, rescatadas por el Gobierno que las compañías convencionales en una situación de crisis financiera. Por otro lado, según BLI, también pueden ser objeto de mayores impuestos y de otras interferencias, como la imposición de proyectos que no son viables financieramente, lo que puede poner en riesgo su solvencia. Es el caso de la petrolera estatal venezolana, PDVSA.
Todo ello demuestra la importancia de seleccionar compañías de titularidad pública que operen en entornos políticos y regulatorios estables. Por ello, para BLI, es fundamental aprovechar las oportunidades de inversión a escala global basándose en valores relativos.
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