Italia ha entrado en recesión técnica después de dos trimestres consecutivos de caída del PIB. El último dato del país, correspondiente al cuarto trimestre de 2018, acaba de mostrar una contracción de la economía del 0,2%. Las gestoras destacan que tras la mejora del sentimiento en torno al riesgo después del conflicto con su presupuesto, este último dato del PIB podría haber defraudado a los inversores.
Según explica Andrea Iannelli, director de inversiones en renta fija de Fidelity International, el dato del PIB pone de relieve los retos a los que se enfrenta el país y la coalición de gobierno. “Parte de la culpa la tiene la desaceleración de los grandes socios comerciales del país. Sin embargo, los desencuentros entre el gobierno y las autoridades europeas con motivo de los presupuestos durante el verano de 2018 han agravado las debilidades del país”, apunta.
En opinión de Iannelli, “las fuertes caídas registradas por los activos italianos y el ascenso de los rendimientos están dejándose sentir en estos momentos en forma de endurecimiento de la concesión de préstamos y mayor debilidad de los datos macroeconómicos. La deuda pública italiana registró una gran recuperación en la segunda parte de 2018, cuando el diferencial entre los bonos italianos y alemanes a diez años se estrechó más de 60 puntos básicos desde su máximo anterior”.
Desde Allianz GI recuerdan que “la deuda pública de los países periféricos de la zona del euro continúa lastrada por los riesgos políticos. Las desavenencias presupuestarias entre la Comisión Europea e Italia se han aparcado de momento, pero sus causas siguen estando presentes”.
Con esta situación de fondo, “la moneda única superó la recesión técnica de Italia, las revisiones a la baja del crecimiento alemán y la cadena de noticias negativas que parece no acabar, y consiguió cerrar la semana pasada un 0,43% arriba frente al dólar. El calendario de datos de la eurozona de esta semana vuelve a estar repleto. Los datos fundamentales, como los pedidos de fábrica en Alemania y el boletín económico trimestral del BCE, se analizarán con todo lujo de detalles, ya que el sector manufacturero de la locomotora europea sigue ralentizándose en el marco de una economía de la eurozona poco afianzada. Además, la atención volverá a recaer sobre Italia tras los malos datos de crecimiento conocidos la semana pasada. Tras alcanzar una tentativa de acuerdo con la Unión Europea, la coalición italiana puede necesitar volver a aumentar el gasto para alcanzar la recuperación económica prometida por ambos partidos en su campaña electoral”, señalan los analistas de Monex Europe a la hora de valorar la situación de Europa.