Construir una cartera más resistente. Es la apuesta de JP Morgan Asset Management en un contexto global en el que persisten grandes incertidumbres. “Todavía estamos muy pesimistas sobre la posibilidad de alcanzar una solución completa a la guerra comercial”, aunque “no creemos que vaya a producirse una escalada del conflicto este año”, revela Karen Ward, estratega jefe para Europa, Oriente Medio y África. Por ese motivo, hace hincapié en la necesidad de mantener la cautela y lograr carteras equilibradas, que aprovechen las oportunidades que brinda el escenario de volatilidad.
En un encuentro con la prensa en Madrid, Ward ha presentado el análisis de los mercados globales y las perspectivas de la gestora para este año. Aunque piensan que Estados Unidos experimentará una desaceleración, no creen que la Administración de Donal Trump vaya a cambiar su postura hacia el comercio global. El país norteamericano tiene actualmente tres frentes abiertos en China: los aranceles, la propiedad intelectual y las empresas high tech. En concreto, a Estados Unidos le preocupa que el Gobierno chino favorezca a sus firmas de una forma que sea perjudicial para las high tech estadounidenses. Este último asunto es sobre el que Ward se muestra menos convencida de que pueda alcanzarse un punto de entendimiento. “No creemos que el conflicto vaya a escalar este año, pero para los mercados va a continuar siendo una fuente constante de incertidumbre hasta que se celebren elecciones en 2020 en ambos países”, asegura.
Mientras, en China, Ward ve esfuerzos para promover el crecimiento, en parte desde la política monetaria, pero, sobre todo, desde la fiscal. Actualmente, el país asiático está más centrado en el gasto en infraestructuras, que está incrementándose rápidamente. “China tiene la habilidad para sostener el crecimiento y creo que los números mejorarán”, apunta la estratega jefe.
¿Por qué se ralentizó tanto Europa?, se pregunta Ward antes de señalar que el continente fue “la gran decepción de 2018”, ya que, cuando arrancó el año pasado, había logrado abrirse paso y recuperarse y, sin embargo, la economía comenzó a frenar, lo que generó un gran “desconcierto”. El motivo de lo ocurrido, en su opinión, es que a Europa le afectó la desaceleración tan drástica de China. Además, “las dificultades que tuvieron que enfrentar los mercados emergentes el año pasado supusieron una importante carga para Europa”, destaca Ward.
Aun así, cree que hay señalas positivas para este año, ya que unos precios del petróleo más bajos van a ser un buen soporte para la economía “justo cuando más lo necesitaba” y, además, comienza a verse un crecimiento en los salarios. La pregunta para los inversores globales es, por ende, si pueden mirar más allá de la política.
En ese sentido, Reino Unido va a continuar siendo uno de los protagonistas principales de los próximos meses. Aunque admite que no sabe lo que va a ocurrir, Ward considera que el riesgo de que se cierre un Brexit sin acuerdo es mínimo, ya que existe una proporción muy reducida de diputados y de ciudadanos que se incline por esa opción. Lo más probable, por ende, es que salga adelante un pacto que contemple un escenario más vinculado a Europa.
Mientras, en Italia, es posible que se vea algo de progreso y que la situación con Bruselas esté más relajada que hace unos meses. En cualquier caso, Ward piensa que hay que esperar a que se celebren las elecciones al Parlamento europeo el próximo mayo. Solo a partir de entonces se podrán empezar a superar los riesgos políticos y los inversores internacionales comenzarán a recuperar la confianza.
A la hora de diseñar las carteras, la estratega jefe de la gestora asegura que no va a haber grandes discrepancias entre las ganancias corporativas que se registren en cada región. Por ese motivo, considera importante que los inversores se inclinen por la diversificación regional. “No creemos que vayamos a entrar en una recesión, pero hay un riesgo mayor que hace cuatro o cinco años”, señala. Por eso, insiste, hay que lograr carteras resistentes.
En renta variable, afirma que, históricamente, siempre tiende a desempeñarse mejor el valor que el crecimiento y las large caps frente a las small caps. “Y lo que siempre se sostiene mejor en una recesión son los activos de calidad”, destaca. La mayor vulnerabilidad, a su juicio, se encuentra en el apalancamiento empresarial, por lo que aconseja evitar activos que estén demasiado apalancados e inclinarse por posturas más defensivas.
En renta fija, Ward llama a pensar de forma global y a adoptar un enfoque selectivo, teniendo en cuenta que los bonos gubernamentales estadounidenses pueden aportar diversificación a la cartera.