Un 86% de los asesores financieros certificados por EFPA España considera que las modificaciones normativas recientes, derivadas de la puesta en marcha de MiFID II, han supuesto un verdadero cambio en el modelo de asesoramiento financiero en España, aunque solo el 25% cree que ese cambio haya sido “radical”. Esta es una de las principales conclusiones de una encuesta que ha realizado EFPA España entre sus asociados certificados, en la que han participado 1.100 profesionales del sector, aprovechando el primer aniversario de la puesta en marcha de la regulación en nuestro país.
Más de la mitad de los encuestados cree que en España no se acabarán eliminando las retrocesiones en la prestación del servicio de asesoramiento. Respecto a cuál ha sido el modelo de asesoramiento por el que han apostado las entidades post-MiFID II, el 45% de los consultados confirma que su compañía se ha decantado por el asesoramiento no independiente, el 28% por el independiente y el 27% señala que la opción elegida por su entidad es un modelo mixto o híbrido. En cuanto al grado de adaptación a la nueva normativa, el 72% de los asesores EFPA considera que el grado de adaptación de su entidad es total o muy avanzado, para el 23% se trata solo de una adaptación formal, mientras que un 5% todavía cree que es insuficiente.
Uno de los puntos más interesantes pasa por conocer si los clientes estarán dispuestos a pagar “explícitamente” por la prestación del servicio, seis de cada diez aseguran que sí pagarán, aunque solo si pueden reconocer el valor añadido aportado, y un 38% cree que los clientes seguirán siendo reticentes.
Formación, con margen de mejora
La mitad de los asesores financieros certificados por EFPA España cree que la transposición en España de los nuevos requisitos sobre conocimientos y competencias, a través de las exigencias de formación para el personal que asesora, solo persigue alcanzar unos mínimos de cumplimiento y hasta un 9% señala que esta adaptación normativa se está llevando de forma muy deficiente. La cifra de asociados satisfechos con la transposición de estas exigencias alcanza el 40%.
Cuatro de cada diez consultados aseguran que su entidad tiene o tendrá en próximas fechas muchos más clientes asesorados que antes de la puesta en marcha de la nueva normativa, mientras que el 36% rebaja las expectativas y cree que el cambio será menos apreciable en el corto plazo.
Sergio Míguez, Chief Economist de EFPA España, explica que “la implantación de MiFID II persigue una mejora real, tanto de la calidad del servicio como de la reputación global de la industria financiera. Los cambios regulatorios que están implementándose ayudarán a lograr estos objetivos, pero todavía debemos seguir incidiendo en la exigencia de formación de las redes que, junto con la máxima transparencia, serán los mejores catalizadores para poner en valor el servicio que ofrecemos a los clientes”.
Preocupación sobre los nuevos players digitales
Sobre la irrupción en el mercado de los asesores y gestores automatizados (roboadvisors) u otras herramientas digitales, la mitad de los asesores financieros consultados reconoce que le preocupa la proliferación de estas nuevas figuras, mientras que el 21% señala que, a día de hoy, todavía desconoce cuál será su impacto.
En lo que no existe un gran consenso es en referencia al impacto de los recientes cambios normativos en el número de ESI (Empresas de servicios de Inversión). El 41% de los asesores financieros de EFPA España cree que se reducirá el número de entidades, por el incremento de los costes, mientras que uno de cada cuatro encuestados piensa que la cifra de entidades se incrementará por la mayor demanda de servicio de los clientes. Para el 34%, MiFID II no tendrá una incidencia significativa a este respecto.
Por último, para casi dos tercios de los profesionales de la industria (63%), el desarrollo de su actividad es ahora más complicado desde la llegada de MiFID II, frente al 32% que cree que es similar y un 5% que lo tilda de más sencillo.