“Creemos que 2019, un poco como ha ocurrido en 2018, será un año marcado por la volatilidad”: ésta es la primera valoración que hace Sasha Evers, director general para Iberia y Latinoamérica de BNY Mellon IM, sobre las perspectivas para el año que está a punto de comenzar.
El crecimiento será otro de los aspectos claves ya que, lejos de prever una recesión, Evers observa que la economía norteamericana irá suavizando un poco su crecimiento, al 2,5% en 2019, y que la europea tendrá un crecimiento moderado, con poca presión por parte de la inflación. En ambas regiones serán muy importantes las decisiones que tomen sus respectivos bancos centrales. Por la parte de la Fed, Evers espera dos subidas de tipos y por parte del BCE que deje de estar presente en los mercados de renta fija.
En consecuencia, apunta el responsable de BNY Mellon IM, será “un escenario de menor liquidez por la menor presencia de los bancos centrales en la compra de bonos, mercados financieros relativamente más volátiles, algunas presiones inflacionistas en Estados Unidos y un crecimiento más moderado respecto a 2018”.
Uno de los activos que más notará la retirada de los bancos centrales del mercado será la renta fija para la cual Evers considera que se enfrentará a una mayor volatilidad, además con una cierta presión en los TIR sobre todo en la zona euro donde el BCE no va a estar presente en los mercados.
En renta variable, espera una “mayor dispersión de las bolsas a nivel mundial entre países, entre acciones. Hace unos años teníamos unas condiciones de mercado donde todo subía y bajaba a la vez; pues veremos más diferenciación”. Todo ello hará que la gestión activa sea más determinante a la hora de capturar las oportunidades que ambos mercados vayan generando.
Activos favoritos
Con este marco de fondo, Evers tiene claro qué activos son sus favoritos y cuáles tratará de evitar: “En general, estaremos cautos en la renta fija de gobierno de los países desarrollados porque están sujetos a esas subidas y retiradas de liquidez que observamos. También nos mostramos cautos en la bolsa norteamericana, donde vemos cierta sobrevaloración en algunos precios. Es cierto que vemos alguna oportunidades, pero habrá que ser más selectivos. El ciclo está avanzado y eso se ve reflejado en los precios de la bolsa americana. También estaríamos cautos en los mercados de crédito, donde vemos algunos nichos como el high yield de vencimiento corto, pero en general somos cautos”.
En cambio, sí ve oportunidades en los mercados emergentes, visión que comparten muchos gestores y analistas de cara al próximo año. Eso sí, advierte de que son activos para inversores con mayor apetito por el riesgo, pero ofrecen TIR atractivas, economías con fundamentales mucho más sólidos que lo que se vio en 2013 y un buen crecimiento en comparación con los países desarrollados. “Deuda emergente en divisa local, deuda emergente en dólares y las bolsas emergente”, señala entre los segmentos más atractivos de los mercados emergentes.
En países desarrollados prefiere a Japón, cuya economía, después de años de deflación, ha logrado emerger gracias a las reformas de Shinzo Abe, primer ministro del país nipón. “Preferimos la economía doméstica e invertir en empresas pequeñas y medianas en Japón, que están expuestas a este resurgimiento de la economía nipona por el lado doméstico”, concluye Evers.