Santander Wealth Management, que aglutina el negocio de banca privada y gestión de activos de Banco Santander, estima que en 2019 el crecimiento mundial registrará una desaceleración, pero moderada, y apunta a que el ciclo expansivo se prolongará y seguirá siendo sólido.
En el informe Navegando el cambio de ciclo, elaborado por primera vez de manera conjunta por Santander Private Banking y Santander Asset Management, la división dirigida por Víctor Matarranz indica que el crecimiento económico mundial registrará el próximo año niveles del 3,5%, sólo tres décimas por debajo de 2018. “Estados Unidos y Europa crecerían en torno a su potencial y China está reaccionando con un amplio programa de estímulos para seguir creciendo por encima del 6%”, señala en la carta de presentación del informe.
Estas perspectivas se basan en cuatro factores: la ausencia de desequilibrios macroeconómicos críticos, la favorable situación financiera de hogares y empresas, la ausencia de presiones inflacionistas y las políticas fiscales expansivas. Todo ello, unido a unos tipos de interés en niveles aún bajos, unas expectativas de crecimiento de los beneficios del 9% y unas valoraciones atractivas de las bolsas, debería dar soporte a los mercados de acciones y generar oportunidades de inversión.
“El reloj de inversiones descrito anteriormente nos indica que, para este momento del ciclo económico, el activo idóneo en términos del binomio rentabilidad-riesgo serían las bolsas de países desarrollados”, se afirma en el informe. No obstante, advierte de la existencia de varios riesgos económicos, comerciales y geopolíticos que hay que vigilar. En primer lugar, las subidas de tipos por parte de la Reserva Federal, que suponen un foco de tensión monetaria. Las políticas monetarias seguirán siendo acomodaticias, si bien su apoyo al impulso económico será menor y se espera que el ajuste de los principales bancos centrales no sea muy acusado. En Estados Unidos, se prevé una subida adicional en los tipos de interés de 25 puntos básicos este mes y tres movimientos más al alza, de otros 25 puntos básicos en cada caso, para el próximo año. Respecto a la Zona Euro, se estima que el Banco Central Europeo (BCE) anuncie la primera subida en el precio oficial del dinero en la segunda mitad de 2019. Asimismo, otros posibles focos de incertidumbre para el próximo año son las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, así como las negociaciones entre Reino Unido e Italia con la Unión Europea.
Una gestión activa
En este entorno, en el que los episodios de volatilidad podrían volver a sacudir a los mercados, es necesaria, más que nunca, una gestión activa y profesional para maximizar las oportunidades de inversión. En esta línea, y para sacar partido de los distintos cambios en los vientos del ciclo económico, las claves serán una asignación de activos más diversificada y dinámica que en un contexto de ciclo más estable; poner el foco en los fundamentales para gestionar activamente el nivel de riesgo en las carteras; mostrar prudencia en la selección de activos, partiendo de un posicionamiento global constructivo; y prestar especial atención a la gestión del riesgo crediticio y máxima diversificación en geografías, sectores y emisores.
Por tipo de activos, Santander Wealth Management recomienda aprovechar el incremento de la prima de rentabilidad que ha experimentado la renta fija corporativa investment grade (deuda de mayor calidad crediticia), evitando las empresas que más han aumentado su endeudamiento. En segundo lugar, apunta al atractivo de los bonos flotantes en Europa, una alternativa de inversión en momentos de incremento de la volatilidad en los mercados y una de las apuestas más beneficiosas para aprovechar la actual tendencia alcista de los tipos de interés.
Respecto a las bolsas, señala a las europeas, con una rentabilidad por dividendo próxima al 4%, como el activo más atractivo por fundamentales, con especial incidencia en sectores cíclicos como tecnología, industriales y energía, que muestran expectativas de crecimiento del beneficio de doble dígito. En Estados Unidos, mantiene una posición neutral en renta variable y aconseja una rotación hacia sectores más defensivos como consumo estable y salud.
En cuanto a divisas, la firma considera que el dólar estadounidense seguiría apreciándose en la primera parte del año, pero la tendencia podría cambiar a partir de la primavera. “Las posiciones en dólares podrían actuar como activo refugio”, señala el informe. “A partir del segundo trimestre podría cambiar la tendencia en el cruce euro-dólar hacia su nivel de equilibrio”, añade.