Hace algo más de un año, nacía en España una nueva gestora, EBN Capital, con Ricardo Paz, socio y responsable de fondos de la firma, al frente. Su objetivo era entonces llegar a los 100 millones en un periodo de tres años, una meta hacia la que avanzan con paso firme, pues en poco más de un año ya han superado los 50 millones de patrimonio, con el apoyo de sus clientes, principalmente institucionales, familias e individuos con altos patrimonios (entre ellos, ex directivos de grandes empresas españolas) y clubes de inversores relacionados con la anterior actividad de banca de inversión de sus socios.
Y con una seña de identidad muy clara: su especialización en fondos y vehículos alternativos, muy distintas a otras propuestas de emprendedores en España, mirando siempre a nichos de mercado y oportunidades que conocen bien donde, “por la misma unidad de riesgo, podamos ofrecer puntos porcentuales extra de retorno a nuestros inversores”, dice Paz, en una entrevista a Funds Society. Y con la premisa de que, el primer dinero del que nutren sus fondos, es el propio: “Eso no es alineación de intereses, es alineación de principal”, señala el socio y presidente de la gestora, Santiago Fernández Valbuena.
Con esas consignas, y la idea de acceder a mayores retornos también aprovechando la prima de iliquidez, la gestora empezó su andadura con tres fondos: EBN Inmobiliario NY, FIL, centrado en otorgar préstamos a proyectos inmobiliarios en Nueva York –con un objetivo bruto de rentabilidad del 10% anual y vencimiento en 2021-, EBN Italian Reits, FIL -un producto de REITS italianos con vencimiento en 2022-, los cuales están ya cerrados, y el FCR EBN Pre IPO US, fondo que invierte en tecnológicas no cotizadas de Silicon Valley y una rentabilidad objetivo por encima del 15%, también con vencimiento en 2022, y cuyo último valor liquidativo a cierre de septiembre de este año reflejaba una revalorización del 24% desde su lanzamiento 15 meses atrás.
Fondos que pueden suponer oportunidades duraderas –como el caso de los préstamos inmobiliarios en Nueva York o la inversión en firmas no cotizadas en San Francisco, que les llevará a lanzar nuevas versiones en los próximos años- o que dan forma a ideas más oportunistas que suponen una oportunidad finita, como ocurre con el vehículo de REITS italianos, explica Paz.
Así, de cara a futuro, los próximos lanzamientos estarán centrados de nuevo en los préstamos inmobiliarios en Nueva York y en las oportunidades que ofrecen las firmas no cotizadas en San Francisco. Previsiblemente, la gestora lanzará una segunda versión del fondo de préstamos inmobiliarios en Nueva York en la primera parte de 2019 y del de empresas no cotizadas de San Francisco en el primer trimestre de 2020. Y adicionalmente los gestores tienen también la vista puesta en nuevas ideas, relacionadas con otros activos ilíquidos con buen binomio rentabilidad-riesgo (energías limpias o incluso el vino), dispuestos a materializar cuando se presente la oportunidad.
Explotar la prima de iliquidez
Estas oportunidades que ven los gestores de EBN Capital (y que materializan en vehículos diseñados con horizontes de 4-5 años, aunque en algunos es posible que el capital pueda devolverse antes) se basan en su actual concepción del entorno económico, caracterizado por un bajo crecimiento nominal que complicará la vida a los activos más tradicionales, como la renta variable y la renta fija (“la fiesta se ha acabado en renta fija”, dice Paz). “Cada vez es más difícil obtener retornos en un mundo con crecimientos nominales bajos; y éstos no llegarán por la vía de la expansión de múltiplos”, dice Paz, que también advierte de la homogeneidad de la “paleta de fondos” que han lanzado al mercado recientemente algunos gestores españoles y de las dificultades de los hedge funds tradicionales para obtener rentabilidades debido al gran volumen que tienen que gestionar. De ahí su idea de buscar vehículos descorrelacionados de los activos tradicionales que les permitan “destacar en un año complejo como ha sido 2018”, y que logran gracias en parte a explotar la prima de iliquidez.
“La liquidez está un poco sobrevalorada porque ahora no paga”, recuerda Paz, que reconoce no invertir nada en renta variable cotizada en la actualidad debido a sus perspectivas de bajo crecimiento, mientras ve mayores potenciales de revalorización en equity no cotizado. Con todo, en sus vehículos, el gestor trata de ofrecer a sus partícipes tanto crecimiento como rentas, invirtiendo en subyacentes que permitan pagar una especie de cupón semestral a los inversores.
“Los bancos centrales están muy despistados porque la inflación no acaba de volver, debido a la fuerza de temáticas como el envejecimiento de la población ahorradora, el elevado endeudamiento global y, sobre todo, la digitalización”, añade el experto.
Sobre las dificultades para comercializar estos productos debido a MiFID II, que establecerá que automáticamente los fondos que no sean UCITS sean declarados productos complejos –con las consiguientes restricciones de comercialización y advertencias necesarias sobre su no aptitud para el inversor básico- no se muestran preocupados, debido a su perfil de inversores (sus vehículos suelen tener inversiones mínimas de en torno a los 150.000 euros).
La oportunidad en Nueva York y San Francisco
Ricardo Paz se muestra muy convencido de que las oportunidades continúan en el mercado inmobiliario neoyorquino. El fondo actual –que paga un cupón anual del 6% a través de dos cupones semestrales- trata de financiar proyectos inmobiliarios singulares en el área de Nueva York, un mercado en el que, a diferencia del español, los promotores aportan al menos el 20% del capital y la banca no da financiación por encima del 50%-60% del proyecto (y sin financiar el suelo, solo otorgando créditos a la construcción, a diferencia de lo que ocurre en España). De esa forma, la financiación privada cobra mayor protagonismo y los inversores pueden obtener retornos más altos (en el caso de su fondo, de alrededor del 10% en términos brutos).
Paz está además convencido de la oportunidad que hay en este mercado: “El mercado inmobiliario de Nueva York muestra una tasa de desocupación por debajo del 2%-3%, hay una sobredemanda natural. En el peor momento de la crisis de 2007-2009, cuando en el resto del país los precios cayeron más de un 50%, allí la caída fue menor al 30%”, recuerda. De ahí que la oportunidad continúe. El próximo fondo que lanzarán ofrecerá retornos en la misma línea del anterior si bien quizá su cupón sea algo menor pero su retorno total esperado será mayor. También podría, además de invertir en préstamos, invertir en el capital, pero eso está aún pendiente de determinar.
En San Francisco la oportunidad también continúa, puesto que, según Paz, se ha producido un cambio estructural en la financiación de las firmas tecnológicas, tanto en EE.UU. como en el resto del mundo, en el que cada vez tiene más cabida el capital privado. Y debido a ello, las firmas que se financian con más capital privado tardan más tiempo en salir a bolsa. “A finales de siglo pasado el periodo de permanencia del venture capital en el accionariado de las compañías antes de su salida a bolsa era de unos tres años, y ahora es de nueve”, explica. Como consecuencia, frente a cerca de 400 salidas a bolsa entonces en EE.UU. cada año, ahora son unas 100. “Y cuando salen a bolsa, lo hacen con miles de millones de euros de capitalización, pero la parte más jugosa del retorno ya se ha jugado en el mundo privado”, antes de dicha salida, explica el gestor.
Ellos suelen entrar en las compañías en las fases C o D, antes de la salida a bolsa, comprando capital a empleados que necesitan liquidez. Y destacan dos áreas de oportunidades donde suelen realizar sus compras: software as a service (SaaS) y el mundo relacionado con la nube, como Zscaler; y los llamados “category killers” o firmas líderes en su negocio que han reinventado la forma de hacer las cosas, como AirBNB.
El embrión de la gestora
El nacimiento de la gestora tienen sus orígenes en el trabajo de inversión, para él mismo y para otras personas, que realizó Ricardo Paz tras su salida en 2013 de Merrill Lynch, tras dos décadas en la firma. Una evolución natural y una decisión personal de dejar atrás la banca de inversión y trabajar por cuenta propia están en el origen de un camino que puso su primera piedra en firme cuando a finales de 2014 José Gracia, ex consejero de Banco Popular, y Santiago Fernández Valbuena, director general de Estrategia De Telefónica en ese momento, llegaron a un acuerdo con Unicaja, Ibercaja, BMN y Ceiss, para la adquisición del 100% del capital del banco de negocios EBN Banco. Acuerdo que se materializó en 2015 y que incluía también la compra de una pequeña gestora de capital riesgo, cuya extensión de licencia como gestora de IICs se solicitaría más adelante. El paraguas de gestora y la escalabilidad del producto de Paz explican las sinergias que dieron lugar al nacimiento de la gestora EBN Capital, cuyos socios son tanto Gracia como Fernández Valbuena, a través del banco, y Ricardo Paz.