Más de un centenar de profesionales del sector del asesoramiento financiero se presentan este viernes 16 de noviembre a la segunda y última convocatoria de 2018 para la realización del examen EFP (European Financial Planner), que tendrá lugar en Madrid, Barcelona y Palma de Mallorca, y que supone el nivel de cualificación más alto de EFPA (Asociación Europea de Asesores y Planificadores Financieros). En la actualidad, casi 550 asesores financieros cuentan ya con la certificación EFP en España.
La certificación EFP acredita la idoneidad profesional para ejercer tareas de planificación financiera personal integral de alto nivel de complejidad y volumen, en banca privada, family office y otros servicios de consultoría para patrimonios elevados. Para su obtención, es imprescindible contar con la certificación EFA en vigor o con las siguientes titulaciones y certificaciones profesionales: CFA, CEFA, FRM, CAIA, CIIA, PRMIA y CFP. La certificación EFP está incluida por CNMV, junto con el resto de certificaciones de EFPA España -EIA, EIP, EFA-, dentro del listado de títulos acreditativos de la formación con que debe contar el personal que asesora en las redes de venta de las entidades financieras.
“El EFP es un título muy valorado por los profesionales de la banca privada especializada puesto que garantiza el mayor nivel de excelencia en el asesoramiento financiero a nivel europeo, por su exigencia en el conocimiento de productos complejos, fiscalidad…”, señala Alfonso Roa, presidente del Comité de Acreditación y Certificación de EFPA España.
Nueva convocatoria para los exámenes EIA
Madrid también acogerá el viernes 16 de noviembre la tercera convocatoria de 2018 para la realización de los exámenes para obtener la certificación EFPA European Investment Assistant (EIA), para la que se han inscrito más de 150 asesores. Esta certificación, creada por la asociación en 2017, complementa los segmentos básicos de las redes comerciales de entidades financieras y aseguradoras y está completamente adaptada a las exigencias derivadas de las directrices del regulador europeo ESMA, para el nivel que requieren aquellos profesionales que se limitan a dar información y “ocasionalmente” asesoramiento sobre productos financieros a clientes.