Hoy Estados Unidos tiene una cita con las urnas. Según los expertos, éstas podrían considerarse las elecciones del impeachment o una prueba de confianza de los votantes hacia Donald Trump. Son muchas las voces contra Trump, pero a su favor tiene una economía boyante y un índice de desempleo en mínimo. ¿Qué espera el mercado de la votación?
Las elecciones estadounidenses de mitad de mandato están despertando un mayor interés. Los recientes ataques del Gobierno a la estrategia de la Fed y el anuncio de la propuesta de una segunda medida en el marco de la reforma fiscal constituyen ejemplos de la dinámica política que impera en el país norteamericano.
“Las elecciones podrían generar cierta volatilidad a corto plazo, pero no solemos adoptar posiciones basándonos en la volatilidad a corto plazo derivada de acontecimientos políticos. La opinión de consenso es que el Partido Demócrata se hará con el poder en la Cámara de Representantes, pero no logrará la victoria en el Senado. En esta situación, el estancamiento político se acentuará y cualquier intento de aplicar una nueva reforma fiscal fracasará. Los diferenciales de crédito deberían mantenerse firmes”, explican desde MacKay Shields LLC, gestora de la estrategia US Corporate Bond de Nordea AM.
Según Talib Sheikh, gestor y responsable de estrategias multiactivos de la gestora Jupiter AM, “el escenario más probable, dados los resultados de las últimas encuestas, parece que los demócratas toman el control del Congreso y el Senado se queda con los republicanos. Dados los acontecimientos recientes, los mercados se han vuelto escépticos con respecto a las encuestas, pero las cifras parecen claras en este caso”.
Sin embargo, el mercado no cree que el resultado de las elecciones, favorezca o no a Trump, vaya a cambiar el curso político y económico de Estados Unidos. “Parece poco probable que alguno de los resultados potenciales cambie la trayectoria de la política de Estados Unidos en materia de comercio y aranceles. Una victoria republicana en ambas cámaras del Congreso de los Estados Unidos podría generar estímulos fiscales y renovar la presión al alza sobre los tipos de interés. Incluso un éxito demócrata en ambas cámaras del Congreso no desembocaría en la destitución del Presidente. Una división del Congreso o un éxito demócrata plantean riesgos asimétricos para los mercados”, explica Norman Villamin, jefe de inversiones de Union Bancaire Privée (UBP), valorando todos los resultados posibles y sus efectos.
Ahora bien, puede que el impacto en las líneas generales de la política económica de Estados Unidos no vaya a sufrir grandes cambios, pero las gestoras sí valoran cómo afectará el resultado de estas elecciones a la Fed y al mercado. En este sentido, Juan Ramón Casanovas, Head of Private Portfolio Management de Bank Degroof Petercam Spain, argumenta que “no esperamos que el resultado de estas elecciones presione a la Reserva Federalpara que lleve a cabo cambios en su política monetaria en los próximos meses, pues debería producirse una variación importante en los datos macroeconómicos para que la Fed alterarse el rumbo de su política”
En cambio, Casanovas sí cree que si Trump sale reforzado de estos comicios, es factible que el mercado de renta variable reaccione positivamente. “Las recientes caídas de la bolsa en parte podrían obedecer a la posibilidad de pérdida de la mayoría en alguna de las cámaras por parte de los republicanos”, matiza.
Posicionar la cartera
En este entorno, Bank Degroof Petercam Spain consideran que los sectores que se verían más favorecidos por una victoria del partido republicano serían energía, defensa, bancos, farmacéuticas y los sectores más vinculados al mercado doméstico. Y, en caso de una victoria de los demócratas, los sectores con exposición exterior deberían hacerlo mejor, entre ellos destacarían tecnología y consumo cíclico.
En cambio, desde UBP argumentan que “las estrategias de capital protegido y las exposiciones a los fondos de cobertura siguen siendo valiosas para los inversores en el entorno actual”. Mientras que Sheikh, de Jupiter AM, señala que mantienen un sesgo hacia los activos basados en los Estados Unidos, es decir, el alto rendimiento, donde vemos pocas posibilidades de un escenario recesivo a corto plazo. “Nuestras ponderaciones de capital son modestas y seguimos siendo tácticos en esa parte de la cartera, pero estamos buscando reingresar a las posiciones de capital, particularmente en los Estados Unidos. Seguimos siendo bajistas en la región europea, creyendo que en la mayoría de los escenarios a medio plazo, la economía de los Estados Unidos y el dólar aún superan al resto del mundo”, matiza Sheikh.
Por su parte, Nordea AM reconocen que han posicionado las carteras en función de los resultados de mitad de mandato. “Creemos que cualquier movimiento en los diferenciales de crédito después de las elecciones será de naturaleza temporal. En última instancia, las tendencias de medio a largo plazo se verán determinadas en mayor medida por la trayectoria de la economía tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo”, argumentan desde la gestora MacKay Shields LLC, gestora de la estrategia US Corporate Bond de Nordea AM.