Tras la volatilidad del mercado de divisas en Turquía y Argentina, la incertidumbre ante las futuras elecciones en Brasil y las tensiones comerciales que sufre China ––motivadas por la escalada de medidas proteccionistas con Estados Unidos–, muchos inversores han decidido limitar su exposición a los mercados emergentes. ¿Es hora de salir de los mercados emergentes?
Según las gestoras, mantener activos de mercados emergentes en las carteras sigue siendo una buena opción para diversificar los riesgos y capturar algo más de rentabilidad con algunos tipos de activos, pero sí afirman que hay que hacerlo con cautela y analizando bien los países y los activos.
Por ejemplo Luca Paoilini, estratega jefe de Pictet AM, reconoce que siguen sobreponderando mercados emergentes. “En este estado de cosas mantenemos una posición neutral en acciones y bonos. La economía mundial sigue resistente, pero la precaución está justificada y es pronto para sobreponderar. Sin embargo seguimos sobreponderando acciones de emergentes, ya que los riesgos se compensan con atractivas valoraciones y sólidos fundamentales”, afirma.
Desde Julius Baer no descartan que puedan darse más ventas en deuda local de mercados emergentes a corto plazo, sobre todo motivadas por las decisiones que pueda tomar la Fed respecto a los tipos esta semana. Sin embargo, se muestran optimistas. “Mirando más allá de la próxima reunión de la Fed, notamos que los fundamentos continúan respaldando la deuda de mercados emergentes local y de moneda fuerte por igual. Las valoraciones han vuelto de niveles mucho riesgo a bastante normales. Lo que es más importante, el crecimiento mundial sigue estando bien respaldado por la actividad de consumo de los Estados Unidos y la resiliencia de la vivienda en China. Por lo tanto, es poco probable que el crecimiento mundial disminuya a niveles históricamente vinculados a crisis de bonos de los mercados emergentes”, explican Markus Allenspach, jefe de análisis de renta fija de Julius Baer, y Eirini Tsekeridou, analista de renta fija de Julius Baer.
Pese a las valoraciones de las gestoras, en opinión de Legg Mason, los inversores están mostrando su temor a exponerse al universo emergente. “Los diferenciales reales de rendimiento entre los mercados emergentes y desarrollados están en máximos de 10 años, reflejando el trasfondo de temor que continúa propagándose a través del mundo en desarrollo, cuando un país tras otro es vendido y luego recomprado con rendimientos lo suficientemente altos como para tentar el valor y dar inversores hambrientos”, afirman los expertos en renta fija de Legg Mason.