El mercado se encuentra en una dinámica de cambio y para PIMCO esto no tiene por qué ser algo negativo para el inversor, sino una oportunidad para capturar buenas opciones de inversión. En este sentido, la firma defiende cinco activos que pueden aportar y ayudar a posicionar la carteras de los inversores.
La primera oportunidad que defiende la gestora son los bonos maduros y con una duración corta, uno de los activos que más atractivo tiene dentro de la renta variable y pese a su mal momento. En su opinión, dentro del cambio de tendencia que están marcando los bancos centrales con el horizonte de subida de tipos, los bonos corporativos estadounidenses a corto plazo, están ofreciendo rendimientos atractivos. “Su madurez más corta no solo los hace menos sensibles a tasas más altas, sino que también pueden estar más a la defensiva en caso de desaceleración o recesión”, matiza.
La segunda de sus opciones son las divisas emergentes. La gestora propone contar en la cartera con un cesta de divisas de países emergentes, algo que puede sonar poco popular teniendo en cuenta lo ocurrido este verano en con la monedas de Turquía, Venezuela o Argentina. Según argumentan desde PIMCO, “creemos que el rendimiento inferior es exagerado dados los riesgos actuales, y existen bolsas de valor en los mercados emergentes que con una investigación rigurosa y un enfoque de gestión activa se pueden descubrir. Parece haber una prima de riesgo inexplicada asociada con las monedas de los mercados emergentes, lo que nos lleva a concluir este activo dentro de una inversión diversificada y de tamaño apropiado, en una asignación de activos a largo plazo”.
PIMCO también apuesta por un activo tradicional: el oro. “Es un activo real que no solo sirve como una reserva de valor, sino también como un medio de intercambio, y que tiende a superar los episodios de riesgo. Como tal, uno esperaría que el oro rinda mejor durante el período reciente de aumento de las expectativas de inflación junto con el aumento del riesgo de recesión. Sin embargo, desde el punto de vista intuitivo, ha tenido un rendimiento inferior en relación con su promedio histórico”, afirma en su último informe. Por eso considera que el oro es una oportunidad para agregar una cobertura de riesgo a la cartera y aprovechando su atractiva valoración.
Las últimas dos oportunidades que PIMCO destaca son las compañías de grande capitalización y los activos que ofrecen una prima de riesgo. Sobre la primera, la gestora destaca que pese al comportamiento tan positivo de las acciones de empresas capitalización, su “menor calidad, valor y mayor volatilidad” no está compensada con la rentabilidad que ofrece; por lo que la gestora se decanta por invertir en compañía de gran capitalización. “De acuerdo con el criterio de buscar activos de alta calidad para superar esta etapa del ciclo, y dado los puntos de entrada que hay, favorecemos la sobreponderación de gran capitalización en relación con las empresas de capitalización pequeña”, explica la gestora.
Por último, PIMCO defiende que una mayor volatilidad y valoraciones más ajustadas darán lugar a menores retornos ajustados al riesgos. “Si bien las estrategias beta inteligentes han estado proliferando recientemente, hasta ahora éstas se han enfocado principalmente en acciones, una clase de activos que ha sido bien minada por académicos pero en la que todavía es posible encontrar primas de riesgo y estrategias alfa que no están correlacionadas con el ciclo económico. Mientras tanto, existe un rico universo de estrategias disponibles en los mercados de renta fija y productos básicos que se pueden combinar con acciones y divisas para formar carteras diversificadas que buscan aprovechar los beneficios de las primas de riesgo alternativas”, concluye.