Desde hace 40 años, Jackson Hole es una cita ineludible para las autoridades de los principales bancos centrales del mundo. Por eso, el pasado viernes y sábado los ojos de los inversores estuvieron puestos en este valle al oeste del estado de Wyoming, esperando escuchar, en especial, las palabras Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (Fed).
Los banqueros centrales se han sentado a la mesa con un nuevo escenario de fondo marcado por el huracán sufrido por la lira turca, la ralentización del crecimiento en China, el aumento de la tensión ante una guerra comercial y un fuerte sentimiento de incertidumbre ante el proceso del Brexit en Europa. Pero sin duda, la mayor diferencia respecto a la reunión del año pasado ha sido el cambio de rumbo en la política monetaria de todos los bancos centrales, que caminan ya hacia la normalización y la subida de tipos.
De hecho, desde su última reunión, la Reserva Federal ha aumentado los tipos de interés básicos tres veces, al tiempo que ha sugerido un mayor ajuste. Mientras tanto, el Banco Central Europeo (BCE) también ha iniciado la reversión de la política monetaria que ha implementado en los últimos tiempos y planea eliminar gradualmente su programa de compra de bonos a finales de 2018.
Una tendencia que Powell reafirmó durante su discurso al señalar su intención de continuar subiendo los tipos de forma gradual. “La economía es fuerte. La inflación está cerca de nuestro objetivo del 2% y la mayoría de las personas que quieren un trabajo están encontrando uno. Si bien la inflación ha aumentado recientemente hasta acercarse al 2%, no hemos visto señales claras de una aceleración superior al 2%, y no parece haber un riesgo elevado de sobrecalentamiento”, afirmó.
La primera consecuencia de su esperado discurso fue la subida que experimentó el viernes el Nasdaq y el S&P500, en gran medida como consecuencia de afirmar que no detecta ese recalentamiento de la economía estadounidense.
En opinión de Stefan Rondorf, estratega de análisis senior y economista global de Allianz Global Investors, quitando el esperado discurso de Powell, “este año no son de esperar grandes giros de la política monetaria. Sin embargo, Jerome Powell, presidente del banco central estadounidense (la Fed), podría haber hablado sobre el volumen del balance de la Fed al que se aspira, lo que probablemente daría una idea de por cuánto tiempo quiere esta institución seguir retirando liquidez excedentaria del sistema bancario”.