El mercado de renta fija sigue viviendo un año complicado. El actual contexto, marcado por la subida de tipos de interés en EE.UU. y la próxima normalización monetaria en otras partes del mundo, las tensiones políticas y el bajo rendimiento de estos activos, ha provocado que muchos inversores retiren sus inversiones de estos mercados, y busquen otras opciones más atractivas.
Esta tendencia afecta hasta a los gurús más admirados y reconocidos por el sector. Es el caso de Bill Gross: el fondo que gestiona, Janus Henderson Global Unconstrained Bond, habría registrado reembolsos por valor de 834 millones de dólares durante el último año, según informa Financial Times.
Estos reembolsos han reducido el patrimonio del fondo a unos 1.200 millones de dólares y se deben, principalmente, a que el comportamiento del vehículo no ha sido tan positivo y prometedor como los inversores esperaban, ya que registró un rendimiento negativo del 6,5% en los siete primeros meses del año.
El fondo, que inició su andadura en mayo de 2014 y que gestiona Bill Gross desde junio de ese mismo año, mantiene una asignación del 28,65% a deuda de investment grade norteamericana, un 19,89% a crédito high yield de Estados Unidos y un 15,7% a renta variable, principalmente. Según la gestora, el fondo sigue una estrategia flexible que, considera, “les permite expresar sus opiniones en valores de alta convicción y evitar los sesgos” en su cartera.
La falta de atractivo de la renta fija ha llevado a los inversores, a lo largo de todo el año, a alejarse de los activos tradicionales y a asumir más riesgo, optando por ampliar su exposición a la renta variable y a los activos alternativos.