Las aseguradoras europeas están considerando cómo posicionar sus carteras para anticiparse a la inminente subida de tasas, aunque a lo largo de 2017 las fuertes pérdidas por catástrofes hicieron que las empresas de seguros de no-vida se vieran presionadas para extraer rendimientos ajustados al riesgo de sus carteras de crecimiento, según la información publicada por Cerulli en su edición europea de The Cerulli Edge.
Unas tasas de interés más altas en Estados Unidos han hecho que las empresas aseguradoras del país acorten las duraciones de sus carteras y capitalicen la mejora los rendimientos de los bonos del Tesoro. En Europa, sin embargo, donde se espera que las tasas de interés permanezcan en niveles muy bajos en los próximos 12 o 24 meses, sólo ha habido un ligero reposicionamiento, según apunta la firma de consultoría global Cerulli Associates.
Así, Justina Deveikyte, directora asociada de análisis institucional en Cerulli, cree que los movimientos estratégicos actuales implementados por las aseguradoras estadounidense presagian tendencias similares en Europa dentro de los próximos años, asumiendo que los bancos centrales europeos anticipen una subida de tasas.
Los bonos del Tesoro estadounidense comenzaron a ofrecer rendimientos atractivos, proporcionando a las obligaciones estadounidenses un útil margen con el cuál compensar las pérdidas contraídas por las aseguradoras, permitiéndolas mantener un precio competitivo. Como resultado, una huida hacia la calidad está en marcha, mientras que las aseguradoras están también favoreciendo unas menores duraciones en las posiciones de renta fija, para permitir cierta libertad de acción frente a nuevas subidas de tasas.
“Mientras que la duración mediana de las provisiones técnicas de las aseguradoras europeas cayó en 2017, las duraciones continuaron extendiéndose en conjunto. Estas aseguradoras habían tratado de añadir duración a sus carteras para cerrar la brecha de duración entre los activos y las obligaciones, pero con los rendimientos de los bonos del Tesoro británico en niveles mínimos es posible que las aseguradoras teman quedarse atrapadas en activos de larga duración demasiado pronto”, añade Deveikyte.
La experta señala que, mientras que las aseguradoras de propiedades y accidentes están buscando posicionarse de una forma defensiva contra la subida de tipos de interés, las aseguradoras de vida tienden a permanecer más cerca de la ruta determinada por los marcos de ajustes entre activos y pasivos. Sin embargo, los cambios propuestos por la normativa Solvencia II, que penaliza la brecha en el ajuste entre tipos de interés de la parte corta de la curva, podría obligar a los aseguradores de propiedades y accidentes europeos a continuar empleando una estrategia de búsqueda de activos diversificados más allá de los bonos locales del gobierno y de los bonos corporativos con una alta clasificación crediticia. Los bonos de mercados emergentes denominados en divisa fuerte, la deuda privada, las hipotecas y otras clases de activos especializadas, permanecen en el lado positivos en relación con los rendimientos ajustados al riesgo, particularmente para las aseguradoras de propiedades y accidentes que buscan contrarrestar sus balances por las pérdidas del año pasado.
“La liquidez frente a grandes pérdidas es, desde luego, esencial, pero Cerulli cree que la mayoría de las aseguradoras absorberán las pérdidas de la catástrofe con su colchón de capital y continuarán incrementando su inversión en estrategias de crédito privado y clases ilíquidas como los bienes inmuebles y la infraestructura, utilizando sus excedentes en activos”, comenta Deveikyte.
“Los gestores deberían adherirse a su meta principal, que es ayudar a los clientes asegurados a ajustar sus activos con sus obligaciones, y al mismo tiempo optimizar los ingresos en un entorno de bajo rendimiento. Sin embargo, la posibilidad de que las tasas de interés comiencen a subir hace que una gestión prudente del momento de inversión y de la gestión de la duración sean vitales cuando se añaden nuevas inversiones”, finaliza.