¿Cómo deberían posicionar los inversores sus carteras teniendo en cuenta la seriedad de las cuestiones abiertas en materia de política monetaria, fiscal y comercial? ¿Van a perder, por ejemplo, los activos con riesgo parte de sus atractivos si los fundamentales económicos de EE.UU. y el resto del mundo divergen?
Como inversor desde hace mucho en renta variable ‘growth’, Thomas O’Halloran, gestor de carteras para estrategias growth en compañías micro, pequeñas, y de gran capitalización de Lord Abbett, estaría naturalmente preocupado al enfrentarse a un salto en la inflación y una guerra comercial.
Sin embargo, en el último análisis de perspectivas de la firma, el gestor rezuma optimismo acerca del capitalismo global, la innovación transformadora y el insaciable consumismo que han conducido al fenómeno que el economista austriaco Joseph Schumpeter una vez llamó «destrucción creativa».
«Los beneficios empresariales han sido fantásticos y veo continuidad en el crecimiento de los fuertes beneficios”, dice O’Halloran, mencionado recientemente en un informe de Wall Street Journal sobre los fondos con mejor comportamiento gestionados activamente. «Los tipos de interés son muy bajos. El mundo está rebosante de dinero. El gobierno de EE.UU. está desregulando y reduciendo impuestos, que es algo positivo».
Como resultado, O’Halloran permanece optimista sobre la bolsa, porque la revolución tecnológica está en plena proliferación, y está creando enormes oportunidades de crecimiento para compañías de muy diversos sectores que potencialmente podrían durar años.
Aunque la volatilidad de la subida de tipos ha hecho que los inversores busquen refugio dentro de los mercados de renta fija, O’Halloran no ha visto algo similar en los mercados de renta variable de EE.UU. De hecho, el liderazgo en la bolsa estadounidense ha sido ampliamente compartido –sobre todo en valores de crecimiento–, y ahora se está extendiendo a compañías de pequeña capitalización.
«Varios estrategas de mercado han comentado recientemente sobre una mejora en la amplitud del mercado de renta variable» continúa O’Halloran. «Entre ellos se incluye Tony Dwyer de Canaccord, quien dijo que cada medida interna está en positivo, sugiriendo fortaleza generalizada. Dennis DeBusschere de Evercore/ISI y Chris Verrone de Strategas han comentado sobre el comportamiento equivalente entre el S&P 500 de índices con igual peso o ponderación por capitalización bursátil. Jeff de Graaf de Renaissance Macro estableció que la amplitud es suficientemente buena y que la tendencia del mercado continúa siendo alcista».
Otras medidas también demuestran la mejora de la amplitud del mercado, como es la línea AD o de Avance-Descenso (número de compañías que suben menos número de compañías que bajan) del NYSE, en máximos históricos, añadió O’Halloran, resaltando que las compañías de pequeña capitalización están comportándose 500 puntos básicos mejor que las de gran capitalización en lo que va de año.