Los escándalos de la apertura de cuentas y el objetivo de recortar costes por valor de 4.000 millones de dólares hasta 2019 serían las dos principales razones detrás de la decisión de Wells Fargo de reestructurar su negocio de wealth management.
Según informó esta semana The Wall Street Journal, el banco estudia fusionar dos de las principales unidades dentro del negocio. Por un lado Wealth Brokerage Services –con 9.500 brokers– y por otro Private Client Group –con 3.400–. Ambas firmas están especializadas en clientes HNW.
«Nuestra división de wealth e investment management se está reinventando para ser más eficiente», declaró al diario la portavoz Shea Leordeanu, “aunque todavía no se ha tomado ninguna decisión al respecto”.
Jon Weiss, responsable de la división, ya anunció en mayo en qué iba a consistir esa «transformación y el ahorro de costes» y apuntó a un recorte en torno a los 600 millones de dólares en el negocio de wealth e investment management.
Wells Fargo tiene alrededor de 14.400 asesores financieros, incluidos aquellos que atienden a los clientes más ricos. Pese a no desglosar los datos financieros de la unidad, cálculos de Bloomberg sugieren que la división genera alrededor del 9% de las ganancias totales del banco, una cifra que en el primer trimestre del año se traduciría en 714 millones de dólares.