Inversión de convicción y crecimiento económico: estos son los dos aspectos que Philippe Vantrimpent, director de productos de renta fija de Oddo BHF AM, destaca cuando se le pregunta por cómo invertir en el mercado de crédito. Sobre lo primero, pone el acento en la investigación y respecto al crecimiento, explica sus expectativas macroeconómicas.
“Hay que destacar varias cosas. La primera que el año pasado fue una etapa muy baja volatilidad, que no era sostenible en el tiempo; pero la volatilidad ha vuelto al mercado para quedarse. En segundo lugar, estamos ante un crecimiento que continúa siendo sólido, aunque ha rebajado algo su ritmo; aún así nuestra perspectiva es que continúe. Y, por último, hay que abordar el tema de los tipos de interés y la política monetaria, que ha tomado cursos diferentes en Estados Unidos y Europa”, resume Vantrimpent señalando cuáles son los principales aspectos a tener en cuenta en la visión macroeconómica del mercado.
Le preocupa la divergencia que justamente están tomando Europa y Estados Unidos en términos de tipos de interés e inflación. “La inflación va a llegar a ambas regiones, en mayor o menor medida ya que le empleo está creciendo, así que lo que marcará la diferencia será cómo se menaje y gestione. Respecto a los tipos, esperamos dos subidas más, mientras que para zona euro no esperamos ninguna subida hasta finales de 2019. Los spread entre Estados Unidos y Europa irán siendo menores. El resigo que está evitando el BCE es que la subida de tipos sea muy rápida y dañe el crecimiento económico”, asegura Vantrimpent.
De cara a los próximos meses, espera que el crecimiento continúe y un dólar más fuerte, aunque con mejor influencia en el mercado. De estos aspectos, uno de los que más afecta al crédito es el propio crecimiento global. En su opinión, el crédito ha empezado a crecer, aunque no a la velocidad que se esperaba.
Esta visión del entorno le hace mostrarse optimista y en concreto destaca a Europa, donde apunta que “es importante tener en mente que las empresas europeas son saludables en términos de apalancamiento ya que, tras la crisis financiera, solo las mejores compañías han podido acceder al crédito”.
Mercado de crédito
Entones, Vantrimpent se plantea: “Si los fundamentales del crédito son buenos y las valoraciones atractivas, ¿qué puede hacer el inversor?” En primer, destaca el incremento de los valores de la deuda investment grade, por lo que se decanta por el high yield.
“Hay un riesgo bajo de default, lo que hace que los spread se estrechen, pero a cambio estamos ante un tipo de deuda con bastante calidad. Viendo su rendimiento, es lógico que muchos inversores hayan salido de este tipo de deuda para irse a la renta variable o a buscar activos de renta fija en los mercados emergentes”. En este sentido, destaca el papel tan importante que ha tenido el QE en los flujos europeos y advierte que habrá que estar preparado para su retirada.
En este sentido destaca que lo interesante del high yield es que “estamos por debajo de las valoraciones de 2017 en activos de clase BB y B; lo representa que se está dando un cambio de tendencia, al menos en Europa”. En su opinión, el motivo podría ser las incertidumbres de hace un par de semanas en torno a Italia y su nuevo gobierno, que abre importantes interrogantes como si tendrán intención o no de salirse de la Unión Europa.
Por último, destaca que uno esta incertidumbre ha afectado en especial a los activos subordinados, tanto de bancos como de seguros. “En 2017, todo el mundo quería instrumentos subordinados porque tenían mayor spread, además es un tipo de activo que empieza a subir cuando suben los tipos. Sin embargo, tras el susto de febrero, también fueron los primeros activos que se empezaron a vender, pero no había nadie para comprarlos”, destaca. En cambio apunta con uno de los activos ganadores aquellos que provienen de mercados emergentes.
Soluciones de inversión
A la hora de ofrecer soluciones a sus clientes, Vantrimpent señala que desde Oddo BHF AM primero identifican tres tipos de inversores: aquellos que no pueden asumir la volatilidad y perder capital, los que quieren tomar cierto riesgo pero quieren retornos y, por último, aquellos que quieren seguir el mercado.
“Para cada tipo de inversor encontramos una solución distinta. En el caso de los primeros aconsejamos invertir en bonos con duraciones cortas; para los segundos es mejor un fondo de high yield gestionado de forma flexible para que cuando caiga el mercado, el fondo no caiga tanto; y por último un fondo que invierta en todo el espectro que abarca el crédito”, concluye.