El mundo que conocemos afronta importantes cambios, que supondrán grandes retos para los inversores: más volatilidad, una mayor probabilidad de recesión en los próximos años y un entorno en el que los riesgos populistas tenderán también a incrementarse son algunos de los factores que dibujarán un punto de inflexión en el entorno económico, según PIMCO.
En Europa, las preocupaciones de Geraldine Sundstrom, gestora de carteras y directora general en PIMCO -que esta mañana presentó en Madrid ante la prensa las principales conclusiones del evento Secular Forum que la gestora celebra cada año en su sede de Newport Beach, en California-, se centran en el crecimiento (los los datos de PMI han caído y los de producción industrial han sorprendido a la baja, conduciendo a “un horizonte ligeramente nublado” para el crecimiento europeo) pero también en las incertidumbres políticas, dos factores que harán que el Banco Central Europeo sea cauto en su próxima cita, y en general en sus políticas.
Así, aunque prevé que el fin del QE llegará pronto (en septiembre o, una reducción gradual para terminar con los estímulos a finales de año), descarta subidas de tipos hasta la segunda mitad de 2019 –incluso hasta la última parte del año-, en un entorno en el que la inflación crece poco (y sobre todo, debido a la subida de los precios del crudo) y aún está lejos de los objetivos del banco central, dando al BCE los argumentos para mantenerse acomodaticio.
La autoridad también tendrá que ser cauta en un contexto marcado por incertidumbres políticas que podrían impactar en el crecimiento del continente, como puede ser el Brexit o la situación en Italia que, para la experta, es mucho más preocupante que las incertidumbres en España. “España e Italia parecen una amalgama pero en realidad sus realidades son muy diferentes”, explicaba Sundstrom.
Mucha mayor cautela con Italia
La gestora, que mantiene una posición de neutral-infraponderación en la deuda periférica europea, explica que infrapondera Italia, mientras tiene una exposición más neutral con respecto a España. “En el pasado ha habido problemas de corrupción y se ha decidido un cambio de gobierno, pero está al frente uno de los partidos principales, que ha estado en el poder antes, que es pro europeo y que no plantea ninguna ruptura con la eurozona. No hay razones para preocuparse”, explica, recordando que los mercados sufrieron con la incertidumbre del cambio para más tarde recuperarse.
Pero en Italia hay más motivos para ser cauto, razón por la que infrapondera la deuda pública del país y, además, a pesar de que las rentabilidades han subido, no cree que sea el momento para aumentar la exposición. “Italia presenta más incertidumbres, con dos partidos de rangos políticos extremos en coalición. Aunque han mostrado su compromiso con el euro, calmando a los mercados y causando menos disrupción, sus proyectos suponen problemas y confrontación con la Eurozona”, dice la experta, que también admite que tendrán que ajustar sus planes iniciales a su posición de Gobierno. La coalición de Gobierno, dice, también es inestable, y podría plantear a corto plazo nuevos problemas, en forma de nuevas elecciones o incluso un potencial referéndum sobre el euro… sea como fuere, una inestabilidad que podría volver a poner nerviosos a los mercados.
Y además, explica la experta de PIMCO, si hubiera una recesión en Europa, Italia se vería golpeada con mucha fuerza, ya que es uno de los países con crecimientos más bajos en la zona euro. Por todo ello, su situación no es comparable con la de España, explica.
¿Recesión en 2020?
Entre las principales conclusiones del evento Secular Forum que PIMCO celebra cada año en su sede de Newport Beach, en California, destaca la sensación de que en algún momento en los próximos años viviremos un punto de inflexión, puesto que el mundo de baja volatilidad, plagado de estímulos monetarios, fuerte crecimiento y represión financiera –en general, un buen entorno para los activos financieros-, es decir, el mundo tal y como lo hemos conocido en los últimos años, está a punto de vivir un gran cambio. “El entorno macro, de baja inflación y tipos de interés, con lenta subida en los salarios, ha permitido una actitud acomodaticia a los bancos centrales pero esto está a punto de cambiar y las autoridades monetarias están abandonando estas políticas (con la Fed ya subiendo tipos)”, de forma que este entorno benigno se dispone a cambiar.
También por el lado fiscal: para Sundstrom, el programa fiscal del Gobierno estadounidense en un momento en el que el crecimiento es positivo y el desempleo está en mínimos, es algo totalmente inusual, que puede añadir más impulso a la economía, pero también mayor inflación que hará que la Fed reaccione de forma más fuerte a lo esperado.
Pero el mayor temor de la gestora es el auge del populismo, las guerras comerciales y los riesgos geopolíticos, que, combinados con la recesión que se avecina en algún momento de los próximos años (tras la mayor época de expansión tras la II Guerra Mundial) podría ser peligroso. Sobre todo, porque la munición con que contaban las autoridades será mucho más reducida que la de 2008: “La posibilidad de recortar tipos ya no estará ahí y tampoco la de los estímulos fiscales”, ya implementados en EE.UU. y por las limitaciones de déficit que se imponen en Europa. “En caso de recesión, los políticos tendrán menos herramientas para responder y la insatisfacción ciudadana conducirá a un auge del populismo”, algo que afectará al sentimiento de los mercados, a las inversiones y al crecimiento económico.
Según sus predicciones, esa recesión no se producirá a corto plazo, pero sí han aumentado las probabilidades –en torno al 70%- de que llegue en 2020, cuando se agote el impacto de los estímulos fiscales en EE.UU., la Fed haya subido más los tipos y las condiciones monetarias sean menos acomodaticias. Sin embargo, explica la experta, no sería una recesión tan fuerte como la de 2008-2009, sino “más superficial, más convencional, debido a que no hay un exceso de capacidad en el sistema”, matiza. El problema sería esa falta de munición, esas herramientas más limitadas para luchar contra ella, y contra la amenaza del populismo y de encontrar unos mercados menos positivos.
Con todo, el riesgo a corto plazo para Sundstrom es el geopolítico, y las decisiones que tome Trump a finales de semana con respecto a NAFTA y las políticas con China. La experta de PIMCO reconoce que, de ocurrir algo radical, el riesgo de recesión podría aumentar, porque afectaría al sentimiento, a las inversiones y a los mercados financieros.
Tipos bajos
A pesar de la retirada de las políticas monetarias acomodaticias, en PIMCO ven un escenario de bajos tipos de interés debido al impacto de la tecnología, que empuja a la baja a la inflación y a las presiones sobre los salarios. Con todo, será un escenario disruptivo, que aumentará la transparencia y también, en ciertos casos, la insatisfacción –según algunos estudios, el populismo crecerá incluso aunque las cosas vayan bien, si a nuestros «vecinos» les va mejor-. Un entorno el que habrá que esperar lo inesperado, con sorpresas, y en el que la geopolítica aportará mucha incertidumbre, y cuyos riesgos crecerán en momentos de recesión.
“En un entorno con mayor volatilidad, los inversores necesitarán ser muy activos a la hora de construir sus carteras para navegar un punto de inflexión en el ciclo, marcado por la recesión y los riesgos populistas”, apostilla la experta.