El activo refugio por excelencia, el oro, parece estar ignorando las actuales tensiones políticas. Muestra de ello es que tras el anuncio de Donald Trump de sacar a Estados Unidos del acuerdo con Irán, el precio del oro se mantuvo plano. Esto lleva a muchos inversores a cuestionarse si el oro sigue manteniendo su estatus de valor refugio y sobre todo por qué no ha subido en los últimos meses.
En teoría, las crecientes tensiones geopolíticas que han acribillado el paisaje de inversión en los últimos tiempos deberían haber dado lugar a un poderoso movimiento alcista en el precio del oro. A esto se suma que la subida del dólar y de los rendimientos del bonos estadounidenses han hecho caer el valor del oro, que el martes de la semana pasada sufría la mayor pérdida diaria en un año y medio al bajar de los 1.300 dólares por onza.
“Antes de que comencemos a cuestionar el papel del oro y cómo debe funcionar en diversas condiciones, recordemos cuál es verdadero motor que hace subir su precio: las tasas de interés real. Y por real nosotros, por supuesto, nos referencia a la diferencia entre las tasas de interés nominales y la tasa de inflación. Si bien las tasas de interés reales están limitadas, como actualmente, el precio del oro no irá a ningún lado rápidamente”, explica Ned Naylor-Leyland, gestor de Old Mutual Gold & Silver Fund, de Old Mutual Global Investors,
En su opinión, este motor del precio del oro por ahora se mantiene algo atascado ya que la previsión de subida de tipos más agresivas y de un aumento más rápido de la inflación en Estados Unidos se han atenuado.
Respecto a cómo le afecta las fluctuaciones del dólar, Carsten Menke, analista de commodities de Julius Baer, apunta que en medio de este sentimiento negativo, el rebote del dólar podría continuar. “Esto deja algunas desventajas a corto plazo para el oro, aunque de forma limitada porque no esperamos que la venta en el mercado de futuros se extienda al mercado físico. Creemos que existe un consenso entre los inversores de que los precios deberían subir más en lugar de disminuir a mediano y largo plazo, lo que limita la probabilidad de vender en los niveles actuales. Por lo tanto, cambiamos nuestra visión a neutral y mantenemos nuestro objetivo de un precio a tres meses de 1.275 dólares por onza. A pesar de todo, nuestra perspectiva de precios es positiva y vemos la onza a 1.400 dólares a doce meses”, explica Menke.
Para Naylor-Leyland, la clave para la subida del precio está en que la inflación en Estados Unidos aumente. “La correlación entre el precio del petróleo y la inflación podría restablecerse de nuevo, lo que provocaría una mayor inflación para Estados Unidos. Si esto no sucede, las cuatro subidas de tipos previstas por la Fed podrían echarse a perder. En cuyo caso, las tasas de interés reales pueden caer desde los niveles actuales. Y si eso ocurre, creemos firmemente que empezaremos a ver un movimiento alcista en el precio del oro”.
Tensiones políticas
Aunque el oro parece haber ignorado los riesgos políticos, para los inversores éstos siguen siendo un motivo que les empuja a invertir en oro. De hecho, según señala ETF Securities, el oro continúa atrayendo inversiones ante el actual nivel de incertidumbre política.
Por ejemplo, el efecto de las tensiones entre Estados Unidos e Irán a principio de mayo tuvieron su reflejo en este mercado. “Los ETPs largos sobre oro captaron a principios de mayo 16,7 millones de dólares en inversiones, mientras que los ETPs sobre plata, que de por sí están muy correlacionados a los de oro, captaron un total de 3,1 millones de dólares”, explican desde ETF Securities.
La firma se mantiene optimista y considera que está tendencia seguirá dada la agenda política que hay por delante, en especial en junio cuando se llevará a cabo la reunión entre Donald Trump y Kim Jong Un.