Va a ser difícil que un ejercicio tan positivo en términos de inversión como 2017 se vuelva a repetir en 2018. Hay, es cierto, crecimiento económico sincronizado y se prevé que la inflación, aunque al alza, no acabe por afectar al ciclo económico todavía. No será tan fácil obtener un buen retorno de la inversión, en parte, porque habrá mayor volatilidad, pero en opinión de Manuel Gutiérrez Mellado, miembro del equipo de ventas de BlackRock en Iberia, el efecto del estímulo fiscal en EE.UU. añadirá un 1% de crecimiento del PIB estadounidense e impulsará los beneficios empresariales.
«En EE.UU. los beneficios vana a sorprender al alza, pero ese estímulo fiscal debe venir acompañado de inversión empresarial ya que, de lo contrario, se corre el riesgo de sobrecalentar la economía», explica durante un encuentro con periodistas financieros en Madrid.
En el último informe sobre perspectivas de mercados de BlackRock Investment Institute, se destaca, de hecho, que el contexto general para los activos de riesgo es positivo, aunque con unas rentabilidades más moderadas y una mayor volatilidad que en 2017. «Las valoraciones no son baratas pero sigue habiendo recompensa por asumir riesgo en cartera aunque menos que el año pasado». En este sentido, Gutiérrez Mellado expresa el principal cambio que han registrado sus carteras en el último trimestre y es la preferencia hacia la renta variable estadounidense en detrimento de la europea. «No es que no nos guste la renta variable europea, es que ahora nos gusta más la estadounidense debido a la reforma fiscal», afirma.
El sector tecnológico y el financiero principalmente de EE.UU figuran entre sus preferencias de cara al próximo trimestre.
Bono americano
Sobre la volatilidad, creen que veremos episodios puntuales entre los que puede figurar la evolución del bono americano a 10 años. «Somos cautos y constructivos porque creemos que va a subir por el motivo correcto que es la mejora de la economía y la evolución de los tipos de interés», explica a pesar de que admite que hay inversores preocupados por las presiones inflacionistas. BlackRock espera, de hecho, un nivel del 3,5% para el bono americano en los próximos cinco años. «Hay dos motivos que sostendrán al bono americano y son el envejecimiento de la población y la elevada liquidez de las aseguradoras y los fondos de pensiones que buscan ingresos y amortiguarán la subida», argumenta el experto.
En renta fija se siguen mostrando neutrales y defensivos pero a que sí ven atractivo en la parte corta de la curva de tipos de EE.UU. Sin embargo, aquí el coste de cubrir la divisa para un inversor europeo acabaría por «comerse» gran parte de la rentabilidad. Precisamente, otro de los principales cambios en su estrategia reciente ha sido dar un paso atrás en la asunción de riesgo sobreponderando el crédito con grado de inversión frente a high yield. «Preferimos reducir riesgo en high yield y asumir más riesgo en deuda con grado de inversión. El paso atrás corresponde más a la visión actual del mercado que a que pensemos que puede producirse un shock en high yield», matiza.
El mensaje es claro para el inversor europeo: «En Europa sin riesgo no hay recompensa. Hay que apostar por una mayor flexibilidad en los mandatos de gestión con estrategias que vayan más a allá del long only. El inversor europeo tiene que ampliar su visión», añade este experto.
En cuanto a mercados emergentes, sobreponderan la renta fija en moneda local o en duraciones cortas como elemento de diversificación con una clara preferencia por Asia y aquellas economías menos ligadas al ciclo de materias primas.