De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público mexicana, en una década se registró un crecimiento importante de los fondos de private equity y los inversionistas han comprometido recursos que suman más de 51.000 millones de dólares en este tipo de instrumentos. Entre los años 2007 y 2017, el número de estos fondos pasó de 41 a 177 en el mercado mexicano, mientras que los recursos invertidos se elevaron de 11.000 a 51.000 millones de dólares, lo que, según el vocero de la SHCP, «muestra la creciente confianza en los avances estructurales y las oportunidades que se abrieron por las reformas de la presente administración».
En un periodo de cinco años las cifras también son alentadoras. Entre el 2012 y el 2017, el número de fondos más que se duplicó, al pasar de 85 a 177, y el monto de capital comprometido ha registrado un aumento de alrededor de 24.000 millones de dólares hasta ubicarse en 51.000 millones de dólares, alcanzando un crecimiento real anual del 10%. En pesos el crecimiento sería de más de 100% en términos reales, alcanzando un recórd en solo un lustro.
«Como resultado del interés entre los inversionistas se ha registrado un crecimiento muy importante en este sector, cuyos recursos representan un apoyo a los emprendedores. El crecimiento económico es un factor que respalda las condiciones para que la inversión pueda registrar una expansión en estos instrumentos», comenta José Antonio González Anaya, titular de la dependencia, quien añade que uno de los aspectos importantes para la inversión que distingue a México de otros países, son los niveles de crecimiento económico.
«Claramente México está teniendo y ha tenido un desempeño favorable, como resultado de políticas macroeconómicas responsables y por una agenda de reformas estructurales, que le han permitido alcanzar un crecimiento muy superior en comparación con otros países. El crecimiento alcanzado es superior tanto al de naciones de igual o mayor desarrollo, incluyendo Estados Unidos, Canadá y Chile, que típicamente habían sido un referente, como al de países de relativamente alto crecimiento, cuando menos en la década pasada, como fueron Brasil, Rusia y Argentina, que recientemente han tenido un desempeño más débil dado el complejo entorno internacional», concluye González.