Los analistas y economistas de la mayoría de las gestoras insisten en que 2018 cambia el entorno y pasamos a una nueva fase económica marcada por el fin de los estímulo monetarios. Cómo preparar las carteras para este nuevo contexto y cuáles serán las principales oportunidades y riesgos son las preguntas que ahora se hacen.
Desde Tressis, José Miguel Maté, consejero delegado de la firma, se cuestiona si estamos ante un escenario tan idílico como parece. “Venimos de un 2017 que nos deja ante un panorama caracterizado por la aceleración del crecimiento global, por un repunte leve de la inflación, por el fin de las políticas ultra expansivas y una previsión positiva en renta variable europea y en los mercados emergentes”, explica Maté, quien celebra que su apuesta por la renta variable, por el high yield y por evitar la deuda público aportó mucho a sus carteras el año pasado.
Para analizar el punto de partida y lo que esperar de este año, en un reciente evento Maté compartía su principal duda –si estamos o no reamente en un escenario idílico– con Daniel Lacalle, economista jefe de Tressis. En este sentido, Lacalle lanza una primera reflexión: “En los últimos años se le ha dado mucha importancia a los eventos políticos y nos hemos olvidado de un entorno de crecimiento sincronizado. Esto significa que, en el entorno actual, los países emergentes crecen menos de lo esperado y los desarrollados más de lo esperado”.
Igualmente considera que el focalizarse tanto en los riesgos políticos que marcaron el inicio de 2017 ha desviado parte de la atención de algo tan importante como el inicio del fin de los estímulos expansivos de los bancos centrales y su papel en el mercado. “Además, en 2017 se ha generado un importante problema: el monstruoso aumento del endeudamiento, en particular en China. Ese crecimiento sincronizado viene con un crecimiento sincronizado también de la deuda. Las políticas acomodaticias de los bancos centrales han permitido ese endeudamiento”, advierte Lacalle.
Una postura por parte de los bancos centrales que Lacalle considera en parte equivocada. “El BCE no está teniendo en consideración otros aspectos como que la Unión Europea tiene superávit comercial, que el crecimiento está en su máximo potencial o la mejora del empleo que ha habido. En cambio, está muy concentrado en la inflación”, apunta. Justamente, las decisiones que tomen los bancos centrales –en particular el Banco Central Europeo– serán determinantes para el mercado.
Entre los factores de riesgo que Lacalle destaca se encuentra la inflación. En su opinión, es un riesgo porque todo el mercado está pensando en que esté controlada. “Existe miedo a que se dispare, pero no creo que ocurra porque hay varios factores desinflacionistas a tener en cuenta, como la tecnología, la demografía o la sobrecapacidad de algunos países”, matiza. Otros factores de riesgo que Lacalle también considera que hay que vigilar son la evolución del dólar, de la deuda creciente, las elecciones en algunos países emergentes –Brasil, México, Rusia–, las elecciones en Italia y el proceso del Brexit.
Respecto al debate sobre si las valoraciones en las bolsas están caras o no, Lacalle apunta que “sólo el 20% de los activos están caros”; por lo tanto apuesta por ser muy selectivos. “Las valoraciones de las bolsas son un reflejo de lo caro que están los activos de riesgo. Ya veremos qué beneficios empresariales acompañan a qué valoraciones”, puntualiza.
Oportunidades de mercado
Teniendo en cuenta este análisis que hace el economista jefe de Tressis, Maté apunta que la firma está optimista en renta variable y sigue evitando la deuda pública. “Respecto a la renta fija, hemos reducido nuestra exposición al high yield, ya que la estrechez de los spreads nos llama a ser prudentes y selectivos. En activos de grado de inversión, creemos que en Estados Unidos se puede encontrar valor y algunas oportunidades en Europa, aunque somos menos optimistas con el Viejo Continente”, afirma Maté.
Respecto a los mercados emergentes, Maté señala que están optimistas. “No creemos que logremos tanta rentabilidad como en 2017, pero consideramos que hay oportunidades en deuda en moneda local”, argumenta. En cambio señala como posibles “cisnes negros” a Japón y China: “La acumulación de deuda significa menos crecimiento y productividad”.
A la hora de identificar sectores o regiones geográficas, Lacalle apunta que “los sectores defensivos seguirán haciéndolo mal en un contexto de tipos e inflación baja”. En cambio ve oportunidades en el sector financiero, el consumo y la industria. “Los mercados premian los grandes beneficios”, recuerda.
Por último, Maté insiste en que, desde Tressis, se mantendrán activos para capturar oportunidades en este contexto y vigilarán la política de los bancos centrales, la geopolítica y los fundamentales de la economía global. “En resumen, nuestra visión es optimista ante el entorno actual, haremos cambios puntuales en nuestras carteras para capturar las oportunidades, no tomaremos excesivos riesgos ni apostaremos por un sector particular, y seguiremos centrados en preservar el patrimonio de nuestros clientes”, concluye de cara a este 2018.