Las bolsas acumulan dos días de retrocesos tras un largo año de subidas incesantes y máximos consecutivos. Para Gero Jung, economista jefe de Mirabaud Asset Management, el desplome de las bolsas se debe, ante todo, al temor ante una rápida subida de la inflación, además de a una subida de los tipos de interés más acusada que la prevista por parte de la Fed, lo que ha generado una subida de los tipos de bonos.
Jung cree que no hay realmente ningún indicador económico que justifique una caída de tal calado. El mercado, que anticipaba pocas subidas de los tipos a lo largo de este año, se ha dado cuenta de que, a raíz del comunicado de la Fed de la semana pasada y de unas cifras del mercado laboral (incluida una subida de los salarios) mejores de lo esperado, tal vez se había equivocado.
Lo que si está claro para él es que esta caída es pasajera y no hay riesgo de que Estados Unidos entre en recesión. Todo lo contrario, afirma, con un crecimiento esperado del 5% en el primer trimestre (según la Fed de Atlanta) y unos balances sólidos de los hogares, las cifras resultan alentadoras.
“No nos encontramos en un escenario similar al presenciado en 2007, cuando la economía estaba al borde de la recesión. Tampoco es el caso de Europa. Debe considerarse la reacción de un mercado que estaba mal posicionado en cuanto a las expectativas de inflación y de la Fed, y que ahora se reajusta”, explica.
Es cierto que el mercado ha alcanzado un nivel elevado. Sin embargo, si se tiene en cuenta la bajada de los impuestos de sociedades y el incentivo que podría anunciarse este año, dichas valoraciones de acciones no son injustificadas.
Con estas razones sobre la mesa, el gestor de Mirabaud AM considera que esto es una corrección pasajera, que no está justificada por los fundamentales y por tanto, no es el momento de vender. “Permanecemos neutros, pero es posible que aprovechemos esta bajada, dado el caso, para la recompra de acciones más adelante”, apunta.
En lo que respecta a las divisas refugio, Jung recuerda que, por ahora, el franco suizo apenas se mueve respecto al dólar y al euro. “Determinadas monedas refugio, como el yen japonés, se han apreciado recientemente, aunque sin alcanzar situaciones extremas. El franco suizo debería permanecer estable. Ayer aumentaron los tipos de los bonos alemanes, aunque ello supone menos una reacción ante el riesgo o el temor a una recesión, sino más bien una normalización de los tipos, que permanecían demasiado bajos. En el medio plazo, el euro debería beneficiarse del entorno favorable al crecimiento y de la normalización de los tipos reales”, concluye.