Mark Haefele, responsable de UBS Wealth Management, prevé un cambio de contexto para las carteras en 2018. En el año que comienza, se muestra optimista con la renta variable de mercados globales, que prefiere sobre los bonos de alta calidad y los bonos de deuda pública de mercados desarrollados. Sin embargo, opina que los inversores enfrentan cambios en los frentes monetario, político, tecnológico, social y ambiental, y hay tres riesgos principales al que podría estar expuesto el mercado alcista: un aumento significativo de los tipos de interés, un conflicto entre EE.UU. y Corea del Norte, y una crisis de deuda en China.
Según el especialista, el año 2017 ha sido el más sólido para la economía mundial desde 2011, y el crecimiento posiblemente haya aumentado a un 3,8% frente al 3,1% de 2016. Para el próximo año espera que el crecimiento se estabilice en el 3,8%, lo que considera, significará una coyuntura favorable para las acciones. Aún así, recomienda que los inversores estén atentos a las oportunidades que surjan y a los riesgos derivados de una política de endurecimiento monetario, calendarios políticos intensos, problemas tecnológicos, y cambio social y ambiental.
«Los periodos de alto crecimiento económico suelen preparar el terreno para su propia desaparición. Pero hoy en día hay poca evidencia de una recesión inminente. Históricamente, las recesiones han sido provocadas por uno o más de los siguientes factores: limitaciones de capacidad, shocks de precios del petróleo, una política de excesivo endurecimiento monetario, contracciones del gasto público o crisis financieras. No parece que ninguno de estos factores vaya a materializarse en 2018. En este contexto, mantenemos una visión optimista de las acciones respecto a los bonos de alta calidad y de deuda pública» menciona Haefele en la edición completa de su Year Ahead.
El contexto global: Principales desafíos, principales riesgos
Haefele espera que los bancos centrales endurezcan la política monetaria y en algunos casos suban los tipos de interés en 2018. «En determinadas áreas, en especial en el sector de servicios financieros, esto generará oportunidades, salvo en el caso improbable de subidas significativas. Pero en medio de una coyuntura de tipos de interés en aumento, los inversores también deben prepararse para un incremento de la volatilidad, una mayor dispersión de las rentabilidades de acciones individuales y, en algunos casos, correlaciones más altas entre acciones y bonos. En cambio, esto podría beneficiar a los gestores de inversiones alternativas y a otros con estilos de gestión activa».
Los escenarios políticos extremos, en especial un conflicto entre EE.UU. y Corea del Norte, siguen siendo un riesgo de baja probabilidad para los mercados según UBS. No obstante, consideran que la política posiblemente tenga un impacto local significativo. «Los inversores pueden cubrirse frente a esta eventualidad mediante la diversificación mundial de sus carteras o tratándolo como una oportunidad, en especial en el caso de tendencias a largo plazo tales como el desarrollo de infraestructuras en mercados emergentes».
Tampoco consideran altamente probable que se materialicen resultados financieros extremos, en especial una crisis de deuda en China, en 2018, aunque recomiendan estar atentos debido a que los activos totales del sector bancario en China ascienden a un 310% de su PIB, casi tres veces la media de los mercados emergentes. Su escenario de base prevé un crecimiento del 6,4% frente a un 6,8% en 2017.
La firma también está pendiente de los cambios sociales, ambientales y tecnológicos que consideran continúan presentando tanto oportunidades como riesgos. «Para el mercado de acciones, consideramos que los temas tecnológicos más importantes a largo plazo son los datos digitales, la automatización, la robótica, y la movilidad inteligente. Los inversores pueden también invertir en diversos campos sociales y medioambientales en el área de inversión sostenible, en pleno crecimiento, lo que incluye bonos de bancos multilaterales de desarrollo e inversión de impacto, además de acciones cotizadas», señalan.
América y mercados emergentes
De acuerdo con Haefele, la economía estadounidense posiblemente crezca un 2,2% el próximo año, la misma tasa que en 2017. «El país debería de beneficiarse de la solidez de los mercados laborales y de la rentabilidad empresarial. Prevemos que la Reserva Federal y el Banco de Canadá suban los tipos dos veces. En América Latina, esperamos que la economía de Brasil crezca del 0,5% a un 3,1%, y en México, del 2% a un 2,2%. Esto posiblemente contribuya a apuntalar la deuda de mercados emergentes, la cual ofrece valoraciones medias en comparación con la renta fija de otras regiones».
Europa y Suiza
Mientras tanto, considera que en Europa, el crecimiento podría moderarse en 2018, al disminuir de un 2,3% en la zona euro y un 2,2% en la UE este año a un 1,9% el próximo. Sin embargo, preveen casos de aceleración, como por ejemplo en Suiza, donde el crecimiento podría acelerarse del 0,8% al 1,8%. La firma prefiere a las acciones de la zona euro frente a las del Reino Unido considerando que los indicadores económicos adelantados se sitúan en máximos de varios años en la zona euro, y sus empresas están muy orientadas a unas mejores perspectivas para la economía mundial.
Asia Pacífico
Para Haefele, el panorama de la región Asia Pacífico sigue siendo dispar, aunque optimista, en 2018. Considera que el crecimiento japonés posiblemente se mantenga sin cambios en un 1,8%. «China continuará transitando una desaceleración controlada, y la construcción inmobiliaria se ralentizará en respuesta a la caída de los precios. En cambio, el crecimiento de la India debería superar al de China, pasando de un 6,6% a un 7,4%, dado que las reformas económicas comienzan a tener un efecto positivo», concluye.
La publicación UBS House View Year Ahead de 2018 contiene colaboraciones de invitados que fueron galardonados con el Premio Nobel de Economía, puede descargarlo en el siguiente link.