Desde hace varios años los mercados nos han enseñado la cara amable de «Ricitos de oro», pero quizás ha llegado el momento de preguntarse por dónde aparecerá el oso y qué forma tendrá. ¿Inflación ¿Tipos de interés? ¿Deuda? El contexto macroeconómico seguirá siendo favorable aún cuando se pueden anticipar algunos de estos riesgos en la primera economía del planeta. Para Daniel Morris, estratega de inversiones senior de BNP Paribas AM, un crecimiento del 2,4% en EE.UU. nos invita a cuestionarnos cómo de rápida podrá ser la Fed a la hora de subir los tipos de interés sin que se desboque la inflación.
Además, esta previsión no tiene en cuenta el plan de estímulo fiscal de la administración Trump. “Si el Gobierno está añadiendo estímulos a la economía, no sólo aumenta el PIB, también lo hará el déficit”, explica Morris durante un encuentro con inversores en Madrid.
Pero la principal incógnita es, precisamente, qué va a pasar con ese plan de estímulo fiscal de 100.000 millones de dólares y que puede, según el experto, llevar el déficit a un “nivel respetable” del 3,8% el año próximo. Para Morris, “el plan de estímulo fiscal va a tener impacto en el corto plazo, pero no en el crecimiento a largo plazo”.
El oso que asuste a la «Ricitos de oro» de los mercados bien podría llamarse inflación, dado que en los últimos tres meses hemos visto cómo ésta se ha acelerado respecto al último año hasta situarse en el entorno del 2%. “Esto es importante porque los bancos centrales toman sus decisiones sobre los tipos de interés en función de las expectativas de inflación y ésta va a seguir siendo baja de forma persistente”, afirma.
Respecto a la Eurozona, se observa un sólido crecimiento en el entorno del 2% y un aumento de la productividad como consecuencia de la innovación tecnológica. A juicio de Morris, esto hará que el BCE no mueva ficha sobre los tipos de interés hasta 2019 porque “el mercado es bastante feliz con la política monetaria actual”.
En cuanto a los mercados emergentes, desde BNP Paribas AM expresan una confianza elevada sobre la evolución macroeconómica, pero también sobre los beneficios empresariales impulsados por la depreciación del dólar. En concreto sobre China, Morris cree que el resultado del Congreso del Partido Comunista del pasado octubre ha sido positivo en tanto que ha promovido más reformas para la economía china. Así, se espera para 2018 un crecimiento de entre el 6% y el 6,5% con un mayor peso de forma paulatina del sector servicios.
Estrategia de inversión: renta variable, crédito europeo y emergente
La renta variable es para Morris el activo con mayor valor frente a la renta fija, pero menor frente a la inflación. “La renta variable no está barata y la estadounidense está más cara que la europea, pero es un buen momento para los mercados con los resultados empresariales batiendo expectativas”. Además, el experto no ve claro que “el bajo nivel de volatilidad presagie una corrección del mercado”.
La alta valoración que han alcanzado los activos bursátiles tiene un claro responsable en su opinión y es el sector tecnológico. De hecho, afirma que “las acciones europeas están más caras que las estadounidenses si se excluye el sector tecnológico”.
En renta fija, el experto advierte de que el aplanamiento de la curva de tipos de interés no significa una recesión inminente. “Basándonos en la experiencia no es probable una recesión en el horizonte inmediato”, afirma Morris. Lo importante, añade, es saber por qué se aplana la curva de tipos. “Los mercados se han olvidado de la inflación, pero ésta volverá y podría ser una verdadera sorpresa para el mercado porque no está preparado”.
Desde BNP Paribas AM se muestran constructivos en crédito con grado de inversión europeo ya que, «excluyendo commodities, la tasa de defaults está aumentando en EE.UU.» En el caso de la deuda emergente muestran su preferencia por la denominada en moneda local.