El mercado bursátil chino es una de las sorpresas de 2017, en opinión de Deutsche Asset Management. A principios de marzo los mercados de renta variable desarrollados llegaron a su punto más alto expresado en euros pero posteriormente cayeron, mientras que las acciones de países emergentes, especialmente las de China, han continuado creciendo.
Al final de agosto, el índice MSCI China había subido un 41,6% desde principios de año, “un comportamiento considerablemente mejor que el de otros mercados bursátiles tanto de países industrializados como emergentes”, según valoran desde Deutsche AM. El MSCI China también registró rendimientos extraordinarios a largo plazo con un 188% desde agosto de 2006, si bien con una volatilidad muy alta.
Según señala la gestora, en la serie passive insights, Deutsche AM analiza al detalle lo que sostiene a este impresionante desarrollo, y qué oportunidades –y al mismo tiempo qué riesgos– deberán considerar los inversores al invertir en acciones chinas.
“Para empezar, miramos la valoración del mercado de valores chino. Recientemente los precios han subido considerablemente. El ratio previsto de precio-beneficio es a día de hoy 14,6. Sin embargo, las valoraciones en Estados Unidos, Japón y la Eurozona son notablemente más altas. Además, las compañías cotizadas pueden mostrar un crecimiento de beneficios fuerte”, explican desde la gestora.
Según las previsiones de los analistas, los beneficios por acción han subido un 14% este año y podrían incrementarse en un 15% en 2018. Por otro lado, se espera una caída en la rentabilidad de compañías cotizadas en los mercados de EEUU, Japón y la Eurozona el año que viene.
En su opinión, aunque parezca prometedora la situación actual, los inversores podrían querer ver si hay fuertes argumentos para el comportamiento positivo de las acciones chinas a medio y largo plazo. “Aquí hay dos factores que resultan especialmente prometedores. Uno es la estabilización del Yuan frente al dólar que ha llevado a una disminución en las salidas de capital de China hacia la zona del dólar, lo que suaviza los temores de un aterrizaje forzoso para la economía china”, afirma.
Apertura de los mercados
El segundo de los factores sería la incorporación de las acciones clase A, listadas en las bolsas de Shanghai y Shenzen, en índices bursátiles de mercados emergentes, podría impulsar el índice MSCI de Mercados Emergentes. “Este es de lejos el índice más común para los mercados emergentes. En el índice se incluyen hasta 450 acciones de clase A de gran tamaño o mediana capitalización. Los inversores expuestos al índice MSCI EM podrían invertir hasta 340 mil millones de dólares en estas acciones. Esto podría conducir a una mejor eficiencia del mercado, menor volatilidad y una mayor participación de inversores institucionales en el mercado de valores chino”, afirma en su último análisis.
Para Deutsche AM, los ETFs podrían ser una buena opción para participar en las oportunidades que ofrece el mercado de valores chino. Sin embargo advierte que los inversores deben comprender los aspectos únicos del mercado. Según la compañía China Securities Index Co., actualmente hay más de 3.300 acciones que cotizan en las bolsas de Shanghai y Shenzen. “Durante mucho tiempo las acciones clase A que cotizaban en la divisa China Renminbi estaban reservadas solo para inversores chinos. Sin embargo, recientemente, a finales del 2011, con el lanzamiento del programa “Renminbi Qualified Foreign Institutional Investor” (RQFII) se pueden desarrollar ETF de réplica física que proporcione a los inversores extranjeros acceso directo a acciones chinas. Deutsche Asset Management, con su compañía asociada china, Harvest Global Investments, cotizaron el primer ETF de réplica física “A-Shares” en Europa en la bolsa alemana en el año 2014”, explica.
Además de las acciones clase A, la gestora defiende que existen unas acciones H mucho más pequeñas que cotizan en la bolsa de Hong Kong, que hasta ahora son más importantes para inversores no chinos. “Aquí, las compañías chinas tradicionalmente han incluido acciones para inversores internacionales en dólares de Hong Kong. Los índices comunes, como el índice MSCI China –o el índice FTSE China 50– siguen constando predominantemente de acciones de Hong Kong y por lo tanto, en la parte más pequeña del universo de la renta variable china. Sin embargo, con la inclusión de acciones clase A por grandes proveedores de índices, esta distinción podría ser cosa del pasado”, matiza a este respecto.