La visita que Donald Trump lleva a cabo estos días por Asia no sólo ha servido para aumentar la presión en Corea del Norte y buscar la complicidad de China en algunos de los temas geopolíticos que más preocupan a Washington.
Con el presidente de Estados Unidos viaja una delegación que incluye hasta 40 de los CEOs y máximos responsables de compañías del país con la intención de cerrar negocios de calado. Según Bloomberg, ese sería el caso de Lloyd Blankfein, figura máxima de Goldman Sachs, y de la poderosa industria de Wall Street.
Blankfein habría aprovechado el viaje para cerrar un acuerdo con el fondo soberano de China – China Investment Corp. (CIC)– para asesorarle en la inversión de hasta 5.000 millones de dólares en la industria manufacturera de Estados Unidos.
Goldman Sachs solo podría contribuir con el 3% del fondo debido a las reglas de Estados Unidos con respecto a las inversiones de private equity de los bancos. Es probable que las firmas incorporen a otros inversionistas externos, explicó Bloomberg citando una de sus fuentes.