La economía global está en una trayectoria ascendente, firme y sincronizada, cada vez más dirigida por la industria y respaldada por una recuperación sincronizada en el comercio mundial. En el último evento de Schroders Live, un panel de expertos de la firma analizó si las bolsas pueden mantener su trayectoria ascendente a la vista de la próxima reducción de la liquidez del banco central, las tensiones geopolíticas, los movimientos de divisas y las altas valoraciones del mercado.
Los mercados de renta variable se han beneficiado claramente y en el futuro próximo debería haber un impulso positivo suficiente para generar más ganancias. Sin embargo, aún está por verse si esta recuperación es sostenible.
«Los datos son muy fuertes en este momento y estamos viendo cómo esta recuperación sincronizada se extiende», dijo Keith Wade, economista jefe de Schroders. «Esto está relacionado con una recuperación simultánea en el comercio mundial, que es además beneficiosa para Asia y es, de forma general, positiva para los mercados emergentes».
«Las acciones se han beneficiado de la recuperación sincronizada global y han salido de un período de recesión de ganancias. También vemos una sincronización en el crecimiento de las ganancias», explicó Aymeric Forest, director de inversiones Global Income y Multi-Asset de Schroders.
«Hemos entrado en un territorio de valoraciones altas pero no extremadamente», afirmó y añadió que el crecimiento de las ganancias ha sido fuerte. «Por el momento, veríamos alguna corrección como una oportunidad de compra«.
Forest argumenta que una recuperación en forma de V que sigue a una recesión en los beneficios empresariales es normal, y anticipa un crecimiento de las ganancias de entre el 8% y el 12% que respaldará los beneficios de 2018, pero una menor expansión en los PER.
Se requieren más estímulos
Sin embargo, a largo plazo, los mercados y la economía están entrando en una fase que verá surgir una serie de cuestiones quizás definitorias. Los expertos de Schroders estuvieron de acuerdo, por ejemplo, en que es probable que sea necesario un estímulo fiscal para mantener el impulso económico.
«Vemos la economía de Estados Unidos creciendo al 2% en términos de tendencia», dijo Wade. «Hay un cambio de consumidor hacia capex. Eso haría crecer la economía, pero tendría que haber algún tipo de estímulo para volver al 3%».
Forest considera que los estímulos adicionales son cruciales, tanto para la renta variable como para la economía. Su perspectiva a 12 meses sobre las expectativas de relajación fiscal es positiva. «Como las valoraciones se están volviendo menos atractivas, la atención se va a centrar en el crecimiento y ahí es donde los estímulos se vuelven tan importantes», dijo Forest. «Es la clave de mantener este ciclo en marcha, que históricamente ha sido largo, porque superar los obstáculos en el futuro va a ser cada vez más desafiante».
El gestor de Schroders recordó que el enfoque y la necesidad de estímulo son globales, no sólo en Estados Unidos. “Para el próximo año esperamos que los balances se expandan, pero a un ritmo mucho más lento que este año y con una tasa de crecimiento potencialmente negativa a partir de 2019″.
Forest reconoce que hay mucho en juego en los próximos 12 meses en términos de dar forma al camino a largo plazo para la renta variable. Con la política ultra acomodaticia llegando a su fin, lo que las empresas y los gobiernos hagan sobre el terreno será cada vez más importante.
En este sentido, Wade advirtió: «Una de las cosas en las que estamos pensando para 2018 es qué pasará con el riesgo periférico cuando se eliminen las compras. ¿Veremos que los diferenciales se amplían o que regresan algunos de los problemas de hace tres o cuatro años?
Riesgo de divisas
Con la oleada de ventas en el dólar estadounidense, la apreciación del euro y la reciente huida hacia la seguridad del yen japonés, la moneda vuelve a ser un riesgo clave para los inversores.
«De cara al próximo año esto será crucial, si vemos una estabilización o una corrección a corto plazo del euro o el yen. Ése será un factor que ayudará a aumentar las expectativas de ganancias», dijo Forest. «La divisa será fundamental para la asignación de capital regional».
De hecho, de acuerdo con Forest, los niveles actuales sugieren que los movimientos del euro y el dólar pueden haberse dado ya en gran parte, siendo el nivel de 1,20 euros por dólar un reflejo preciso del valor justo a largo plazo del euro.