El crecimiento económico mundial en los últimos años ha sido bastante estable, aunque en un nivel claramente inferior al de los períodos de expansión de antes de la crisis financiera mundial, cuando tanto el crecimiento nominal como el real fueron sustancialmente más altos de media. Hoy en día, el crecimiento está mejor posicionado para subir que en cualquier momento desde la crisis, pero esto dependerá principalmente del crecimiento de la productividad y de las tensiones geopolíticas.
NN Investment Partners ve dos escenarios económicos futuros. En el primero, el crecimiento mundial supera el nivel de 3,5% que ha sido su límite máximo en los últimos seis años. En el segundo escenario el crecimiento continúa limitado a un determinado rango.
Willem Verhagen, economista senior y responsable de Macro y Estrategia en NN Investment Partners, explica que el primer escenario de crecimiento más alto sólo ocurrirá si el crecimiento de la productividad avanza de forma sostenible.
“En un mundo así, los rendimientos de los bonos del gobierno se elevarían gradualmente hacia niveles mucho más altos que en la actualidad. Si el crecimiento se acelera, tal vez debido al refuerzo de la confianza de los consumidores y de las empresas y al aumento del gasto, en principio no sería probable que hubiera una gran aceleración del ajuste monetario siempre que la inflación se mantenga por debajo del objetivo. Con el tiempo, se produciría un aumento más de los tipos de interés, pero esto sería positivo porque ocurrirían en un contexto de crecimiento acelerado».
Para el economista senior, es probable que la normalización de la política monetaria en EE.UU. y la reducción en el balance de la Reserva Federal sea gradual. Junto con un mayor crecimiento de la productividad, dice, esto debería ofrecer una gran protección para los activos de mayor riesgo. “Las primas de riesgo pueden reducirse aún más en aquellas áreas en las que todavía se mantienen elevadas, como las bolsas europeas y japonesas”.
Activos de riesgo
Si, por otro lado, se desarrollara el segundo escenario, Verhagen prevé que la economía global podría permanecer en un estado de crecimiento moderado por dos razones: la primera, los mismos factores estructurales que han impedido la demanda en los últimos seis años podrían continuar. La segunda razón podría ser el fracaso de la oferta en mejorar a pesar del fortalecimiento de la demanda. Esto causaría incertidumbre sobre la trayectoria futura del crecimiento económico y elevaría la prima sobre los activos de mayor riesgo.
«Si la inflación se acelerara de repente y los bancos centrales se vieran obligados a intensificar considerablemente el ritmo de endurecimiento, los activos de riesgo obviamente sufrirían con el segundo escenario«, añade Verhagen. Para el economista de NN IP, las cosas serían diferentes si el aumento de la inflación fuera gradual y los bancos centrales se conformaran con una inflación moderada por encima de la meta. En ese caso, los activos de riesgo podrían en realidad funcionar un poco mejor que en el otro caso.
“Hay más probabilidades de que la economía mundial rompa el techo de crecimiento. Pero no hay que perder de vista algunos factores como el apalancamiento del sistema financiero chino, las tensiones geopolíticas y los riesgos políticos relacionados con el presidente Trump, que podrían tener un poderoso efecto negativo sobre la confianza del mercado”, dice Verhagen.
Además, apunta, también existe un riesgo en la economía real de que el bajo crecimiento de la productividad se vea impulsado por factores estructurales que no cambiarán».
«Sólo el tiempo dirá si el crecimiento económico mundial va a romper su techo actual, pero es más probable que siga limitado a un rango. Si el crecimiento global y los tipos de interés, por ejemplo, se mueven de manera sostenible, los inversores tendrán que reevaluar su curso y buscar soluciones y oportunidades que vayan más allá del mundo de activos tradicionales y hacer uso selectivo de inversiones más especializadas con duraciones óptimas y exposición al crecimiento», concluye.