Golpe significativo al desarrollo de las criptomonedas en Asia, que reabre el debate sobre estas «monedas». El Banco Popular de China ha prohibido que las empresas e individuos del país realicen colocaciones de criptodivisas, llamadas ICOs o Initial Coin Offerings, como método para financiarse. Con esta decisión, financiarse con este vehículo se considerará una recaudación ilegal de fondos y se deberá devolver todo lo recaudado.
Esta medida tomada por el banco central chino y las autoridades reguladoras del país supone un obstáculo importante para el desarrollo de este modelo de financiación que en los últimos años, ha crecido con fuerza. De hecho, los ICOs, que funcionan gracias a la tecnología blockchain, se ha convertido en una forma rápida de financiarse con poca supervisión regulatoria.
Según apunta Reuters, los bancos centrales temen la expansión de estas divisas digitales descentralizadas, ya que amenazan el fin del monopololio que éstos ejercen sobre la emisión de dinero.
Después de que el Banco Popular de China anunciara esta nueva medida, el Bitcoin retrocedía cerca de un 7% hasta cotizar en 4.277 dólares y otras como Etherum, se desplomaba más de un 13%.