A pesar de que la normalización monetaria ya está en marcha al otro lado del Atlántico, en Europa tendrá que esperar aún. El Observatorio del Consejo General de Economistas, que ha publicado un balance del segundo trimestre del año y previsiones futuras, no ve tensiones inflacionistas en España, ni a corto ni a largo plazo. Porque en Europa esas tensiones son más suaves que en EE.UU.
“Los datos del INE publicados en los últimos días avalan nuestras previsiones. En el segundo trimestre la economía ha crecido un 0,9%, una décima más que el crecimiento del trimestre anterior, lo que supone que en la tasa anual está creciendo al 3,1 % de acuerdo con las previsiones que adelantamos en julio. El consumo es una de las causas de este buen comportamiento, habiéndose recuperado de la languidez con que comenzara el año. En concreto, de abril a junio ha aumentado hasta el 0,7%, tres décimas más que trimestre anterior, por la demanda interna que ha aportado 2,4 puntos porcentuales al PIB, una décima por encima del trimestre anterior”, explican desde el Observatorio.
“Por su parte, el gasto de las Administraciones Públicas se ha incrementado en ocho décimas respecto al primer trimestre, creciendo a un ritmo anual del 1,3%. La inversión ha moderado su crecimiento, a un ritmo del 3,4%, cinco décimas menos que el anterior trimestre. Sin embargo, la construcción ha crecido un 3%, una décima más que en su anterior registro. El sector exterior repite su comportamiento contribuyendo con 0,7 puntos al PIB, aunque reduce su ritmo de crecimiento tanto en exportaciones como en importaciones. El empleo ha registrado un incremento del 0,9% en el trimestre, dos décimas por encima del trimestre anterior”.
En su opinión, en adelante se mantendrá este ritmo de crecimiento, el empleo seguirá contribuyendo a la demanda interna, vital en un momento en el que el cambio del euro se vuelve en contra de las exportaciones, así como el diferencial de inflación con Europa.
“No se aprecian ni a corto ni a largo plazo tensiones inflacionistas, por lo que prevemos una moderación en el crecimiento de la inflación, que ajustamos a la baja respecto a la previsión de julio”, añaden.
Como aspectos positivos, cabe destacar que siguen sin notarse los efectos negativos anunciados por el Brexit; se espera un año turístico récord en número y en gasto por turista; la vivienda sigue recuperándose, y la construcción comienza a resurgir tras una década paralizada.
“Con todo ello para que, sin contratiempos, se puedan consolidar estas cifras e incluso podamos incrementar nuestras previsiones para el año en los próximos meses de continuar la tendencia que se manifiesta muy firme”, añaden desde el Observatorio.