En la última carta trimestral publicada por la gestora value azValor, capitaneada por Álvaro Guzmán de Lázaro, Fernando Bernad y Beltrán Parages, el primero explica por qué hay muchas razones para el optimismo, a pesar de que su cartera internacional lo ha hecho peor que los índices en la primera mitad del año.
Además de indicar que “se trata de un fenómeno temporal, con muchas probabilidades de revertir a medio plazo”, Guzmán de Lázaro incide en su horizonte de largo plazo: “Así, como hemos expresado en múltiples ocasiones, invertir bien de forma recurrente a lo largo de los años a veces pasa por estar temporalmente “fuera de la fiesta” o “en fiestas aparentemente más aburridas”. Nuestra obsesión es doble: primero, proteger el capital y a la vez hacerlo crecer a tasas superiores a las del mercado en horizontes temporales medidos en años, no en trimestres”, explica.
La buena noticia es que la cartera deja más potencial de revalorización futuro: “La mejor noticia de este trimestre ha sido la oportunidad de comprar compañías nuevas que, tras las caídas de sus cotizaciones, han tocado nuestros niveles de entrada, así como añadir a las que ya teníamos a precios muy atractivos”, explica.
Esto ha llevado a que la gestora haya reducido la posición de tesorería por debajo del 10%, acometiendo compras importantes -y concentrándose aún más en las ideas donde su convicción es mayor, de forma que el top 11 de la cartera pesa un 52%-, pero sin incrementar el riesgo, siempre entrando de firmas “con balance sólidos y con poca deuda”.
Y explica la continuidad de su apuesta por materiales básicos: “La mayoría de nuestras empresas ha caído mucho ya… Tenemos a día de hoy sobre un 18% en compañías de materias primas (cobre, uranio y níquel), cerca de un 14% en empresas mineras de oro y sobre un 20% en el sector energético. Así, de nuevo más de la mitad de la cartera vuelve a estar invertida (como a principios de 2016) en empresas de materiales básicos. Éstos llegaron a pesar un 14% del índice S&P500 en 1980 y ahora su peso es de apenas el 3%, el nivel mínimo de los últimos 40 años. Esto indica en nuestra opinión un exceso de pesimismo de los inversores hacia un sector que presenta sin embargo excelentes perspectivas de crecimiento, basadas en la creciente urbanización de los países emergentes. Estamos invirtiendo pues en sectores tremendamente castigados, cuyo peso en los índices se sitúa en mínimos de los últimos 40 años. Hay quien podría argumentar que esto es debido a malas perspectivas de futuro, que el mercado estaría adelantando. Sin embargo, nosotros somos optimistas”, dice Guzmán de Lázaro.
También son optimistas porque sus negocios tienen buenas perspectivas a medio plazo, ante la espera de revalorización del precio del cobre y el crudo: “Es un consenso que va a faltar cobre en el mundo antes de un par de años (a menos que haya una recesión global), y la oferta nueva tardará un tiempo en responder con incrementos de capacidad, que sólo se encargarán si los precios suben aún más. Creemos que la demanda futura de China será creciente durante muchos más años. El coche eléctrico necesita 4 veces más de cobre que el coche normal. Parece claro que va a hacer falta mucho cobre en el mundo. La empresa que más barato lo produce y que más reservas tiene es Southern Copper, cuyo dueño al 89%, Grupo Méjico, está en azValor Internacional con un peso cercano al 6%”, explican.
De las perspectivas favorables del cobre a largo plazo también se aprovechará La Compañía de Minas de Buenaventura (9% de peso en el fondo) a través de su 20% de participación en Cerro Verde, la tercera mina de cobre más grande del mundo con costes en el segundo cuartil. Y de su pesimismo sobre el fracking se aprovechará Consol Energy (con el 6,7% de peso en el fondo). “De forma más global, los bajos precios del crudo que nos acompañan desde hace más de dos años han obligado a retirar mucha producción, y la mayoría de los expertos coincide en que hará falta al menos un precio de 60 dólares/barril para que vuelva la oferta necesaria para cubrir la demanda. Nosotros coincidimos, y de ello se aprovechará Tullow Oil (con un 5% del fondo) que produce en Ghana a un coste total inferior a los 35 dólares/barril”, añade.
Liquidez en la cartera ibérica
La cartera ibérica se ha equiparado a los índices en el trimestre, aun sin exposición a bancos, y con una posición de liquidez cercana al 20%. “No nos gusta tener tanto dinero “parado” sin generar rentas, y somos conscientes de que la liquidez como clase de activo ha perdido un 97% de su valor en los últimos 100 años. Sin embargo, creemos que se trata de algo temporal, pues el mercado casi cada trimestre nos brinda oportunidades. Mantenemos no obstante la siguiente advertencia bien presente, de Warren Buffett: tener cash es incómodo pero no tanto como hacer algo estúpido”.
En este entorno, las perspectivas para el fondo son “razonablemente buenas a medio plazo. La cartera está compuesta por empresas infravaloradas, en general muy bien gestionadas, con balances sólidos y perspectivas de beneficios futuros favorables. Su potencial de revalorización a medio plazo es del 40%”, explica Guzmán de Lázaro en la carta.