Deutsche Asset Management (AM) ha cambiado sus previsiones para el mercado de divisas a raíz de su perspectiva positiva para la economía europea, desplazando el riesgo político desde Europa a Estados Unidos, y debido a las esperadas subidas de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). En su informe de Perspectivas del Mercado de Capitales para el segundo semestre de 2017, Stefan Kreuzkamp, director de Inversores de Deutsche AM, anticipa que la fortaleza del dólar llega a su fin.
Los resultados de las elecciones en Holanda y Francia deben verse como buenas señales para Europa. “Los riesgos políticos que afectan a los mercados se han desplazado de Europa a Estados Unidos”, explica Kreuzkamp, quien considera que la Reserva Federal de los Estados Unidos podría llevar a cabo dos subidas de tipos adicionales en los próximos 12 meses. En este contexto, Deutsche AM ha revisado sus perspectivas desde la paridad del dólar-euro a los 1,10 dólares por euro.
A nivel global, Kreuzkamp espera un crecimiento estable para los años 2017 y 2018. La economía global crecerá un 3,5% en el presente ejercicio y el 3,7% el año que viene. En Europa, el crecimiento alcanzará el 1,8% en 2017 y el 1,6% en 2018. Estas previsiones concuerdan con la reducción de los riesgos políticos. Además, el consumo es el motor principal de este crecimiento. Deutsche AM pronostica que la economía estadounidense crecerá un 2,1% en 2017 y un 2,3% en 2018. Esta previsión se ha visto reducida por la incertidumbre en torno a los anuncios sobre la reforma fiscal y las inversiones en infraestructuras. Deutsche AM incrementa su previsión para la economía china del 6,3% en 2017 al 6,5%. Y en 2018 Deutsche AM anticipa un crecimiento del 6,3%.
Sobre bonos, Deutsche AM reduce su pronóstico para los bonos del Tesoro de Estados Unidos al 2,6% para los bonos a 10 años y al 3,1% para los bonos a 30 años. Bill Chepolis, responsable de renta fija para EMEA, dijo sobre los bonos alemanes que “el crecimiento sólido en la eurozona y una reducción en el programa de compras de bonos por parte del BCE deberían promover una subida de la rentabilidad de los bonos federales”. Como consecuencia, el objetivo a doce meses para los bonos federales a dos años se incrementa al -0,4%.
Para Chepolis, «la cuestión principal es la falta de oportunidades de inversión en el ámbito clásico de los bonos soberanos, aunque un grupo selecto de mercados emergentes siguen siendo prometedores. La perspectiva también es positiva en términos de bonos corporativos europeos y estadounidenses de alta calidad. La visión en torno a bonos de alta rentabilidad es neutra. Las nuevas emisiones de bonos de alta rentabilidad europeos ya tienen un precio bastante elevado y en EE.UU. si el precio del petróleo continúa siendo bajo podría ser problemático».
Teniendo en cuenta la fortalecida demanda de China, el precio objetivo a 12 meses de Deutsche AM para el barril Texas es de 50 dólares por barril (159 litros). Deutsche AM también prevé que el oro a doce meses se sitúe a 1.200 dólares por onza.
La renta variable europea y de mercados emergentes, muy popular
En renta variable, Deutsche AM apuesta por mercados emergentes, Europa y Alemania, en particular. “Es difícil identificar los factores que podrían poner fin a este ciclo”, dijo Thomas Schüssler, co-responsable de renta variable. Tampoco hay indicaciones de factores que puedan causar una corrección prolongada. Los resultados empresariales fueron buenos en el primer trimestre, las propias compañías son optimistas y los beneficios por acción indicarían que los índices se encuentran en línea ascendente. La renta variable europea, particularmente la alemana, es en estos momentos una inversión prometedora.
En mercados emergentes Deutsche AM se está centrando principalmente en los mercados asiáticos. La incertidumbre en torno al Gobierno de Trump y la previsión de un dólar más débil juegan en contra de la renta variable estadounidense. Otros indicadores también sugieren que el fuerte impulso al alza en los mercados estadounidenses pronto llegará a su fin. En esencia, la fase presente se caracteriza por una preferencia por la renta variable con sesgo growth sobre acciones con perfil value. El sector tecnológico continua en crecimiento. El sector energético ha sido rebajado a “neutro” como resultado del bajo precio del petróleo.
A raíz de estas previsiones, Christian Hille, responsable de multiactivos, también se refirió a su cartera modelo donde le otorga un peso del 40% a la renta variable, 45% a bonos y 15% a inversiones alternativas. Hille también apuntó al oro como un diversificador. “Continuamos centrándonos en ingresos y crecimiento, por lo que en estos momentos valoramos de una manera positiva los bonos y acciones de mercados emergentes”, dijo Hille. Un factor particularmente interesante en los mercados actuales es el rango de la volatilidad. En el índice estadounidense S&P 500 actualmente se sitúa en el 9,8%, un mínimo histórico (la media desde 1990 a 2017 es del 19,6%). Hille explicó que “el riesgo de sufrir reveses es alto, pero estos también ofrecen buenas oportunidades para comprar. La renta variable continúa siendo muy atractiva en relación a los bonos”.