La tecnología está cambiando todos los aspectos de la vida, y el modo de gestionar las finanzas y de tomar decisiones de inversión no son inmune a esta tendencia. El aumento de la utilización de los recursos disponibles a través de internet para obtener información, las aplicaciones que ayudan a gestionar las finanzas personales y los productos que invierten en función de algoritmos, en lugar de basarse en un juicio humano, están cambiando de manera fundamental las finanzas personales y la inversión.
La encuesta global anual realizada por Legg Mason, 2017 Global Investment Survey, revela que a la vez que los inversores están cada vez más dispuestos a confiar en la tecnología, siguen deseando mantener un toque humano. Quieren saber que hay una persona detrás de la máquina, guiándole en a través de una aplicación y proporcionando una experiencia de servicio que la máquina no podrá nunca proporcionar.
Los inversores de mercados emergentes, liderados por la generación asiática millennial se encuentran muy adelantados en la curva en términos de uso tecnología a la hora de realizar o ejecutar decisiones de inversión. El fortalecimiento tecnológico es crucial en un mundo que cambia rápidamente, pero también lo es el asesoramiento profesional, el cual, según los inversores, no morirá nunca.
En contra de lo que pudiera suponer la mayoría del público, no son los inversores en los mercados desarrollados los que se sitúan en la vanguardia de la tecnología, si no que éstos se sitúan por detrás de estos en los mercados emergentes.
Según la información obtenida a partir de los datos de la encuesta de Legg Mason, los inversores de Asia y Latinoamérica están profundamente embarcados en el enfoque online a la hora de planificar sus finanzas. Un 76% de los inversores Taiwaneses, un 72% de los mexicanos y un 71% de los brasileños, utiliza un sitio web para gestionar sus finanzas, muy por encima del 33% de Japón, el 42% de Francia, el 49% de Bélgica y un 52% en Gran Bretaña.
China es el único país donde más de la mitad de los inversores utiliza aplicaciones móviles para acceder a un agente de bolsa, a un gestor de fondos o comprueba sus finanzas personales, a pesar de que Taiwán y Brasil le siguen de cerca, ambos con un 49% de penetración en materia de aplicaciones financieras. Algo que representa un claro contraste con Japón, dónde sólo el 12% de los inversores utiliza aplicaciones financieras, Francia, con un 19% y Bélgica y Gran Bretaña, ambos con un 26%.
Los resultados no deberían sorprender, dado que los inversores de los mercados emergentes han dejado atrás el uso de equipos informáticos de mesa y las conexiones fijas, para directamente acceder a internet a través de los llamados teléfonos inteligentes. La obsesión por el smartphone es particularmente pronunciada en la generación Millennial de los mercados emergentes, que no ha heredado la tradición de computadores de escritorio que sus pares en mercados emergentes tienen.
Los inversores asiáticos son los que más utilizan internet móvil. Taiwán lidera la lista, con un 97% de los usuarios accediendo a internet desde cualquier punto, seguido de China y Singapur, con un 96%, y Hong Kong con un 93%. Los inversores latinoamericanos también son proclives a utilizar smartphones, con un 74% accediendo desde Internet diariamente, muy por encima del 52% en Estados Unidos y un 51% en Europa. En contraste, casi la mitad de los inversores japoneses y un cuarto de los de Alemania, Gran Bretaña, Francia y Bélgica siguen sin poder acceder a internet desde cualquier sitio en el que se encuentren.
¿Humano o robot?
Es una limitación desde que la tecnología puede permitir a los inversores funcionar de una forma más eficiente, ahorrando tiempo y organizando sus finanzas, permitiéndoles ver el efecto de una sola decisión en su presupuesto, o elegir una estrategia de inversión que se ajuste a su perfil y a sus necesidades. Esto es por lo que los inversores, especialmente los más jóvenes, están adoptando estas tecnologías y se consideran más abiertos a utilizar roboadvisors o sitios web que les ayuden a tomar las decisiones de asignación de activos, sin necesidad de hablar con un asesor profesional. De forma global, un 23% de los jóvenes entre 18 y 24 años han visitado un sitio web que proporciona un servicio únicamente de ejecución, en comparación con tan sólo el 11% de los mayores de 65 años.
Mientras que la tecnología parece una herramienta que permite muchas posibilidades, un 60% de los encuestados cree que un servicio personalizado al cliente no podrá ser nunca reemplazado por máquinas. Una combinación de tecnología y asesoramiento humano es mucho más apropiada y esto es por lo que la industria de servicios financieros debería ofrecer a los inversores cada herramienta, humana o tecnológica, para ayudar a los inversores a tomar las decisiones correctas.
El toque humano: irremplazable
La carga hacia la automatización de grandes franjas del negocio de inversión amenaza con dejar a los clientes fríos, con un elevado número de clientes prefiriendo la interacción humana en el asesoramiento financiero y en la asistencia a la hora de realizar decisiones de inversión críticas. Aunque el uso de la tecnología en actividades como búsqueda de información y ejecución de órdenes es aceptada por muchos inversores, una fuerte mayoría prefiere el trato puramente humano, o interacciones entre la tecnología y los humanos. Sorprendentemente, esto es algo que también se cumple entre los Millennials, a pesar de su reputación de ser nativos en el mundo digital.
Los smartphones, el big data y la inteligencia artificial están rápidamente avanzando en tecnología e interconectividad. La industria de inversión parece verse afectada rápidamente por la innovación tecnológica, incluyendo las transacciones individuales realizadas en los mercados financieros, con los también llamados roboadvisors listos para reemplazar a los asesores financieros, incluyendo a los planificadores financieros que trabajan en base a una comisión.
Todavía es más sorprendente que un 60% de los participantes en la encuesta de Legg Mason revela que el servicio personal al cliente es importante para ellos y que no se puede reemplazar ese servicio con tecnología. Además, los resultados son muy similares entre los distintos grupos de edad, con un 53% de los Millennials, coincidiendo con esta afirmación, frente al 65% de los inversores de la generación Baby Boomer.
Unos resultados similares fueron encontrados entre los encuestados que estuvieron de acuerdo con la afirmación “la tecnología es una gran herramienta, pero sigo queriendo saber que hay un experto detrás guiándome”: con un 67% de concordancia a nivel total, los Millennials coinciden en un 61% mientras que los Baby Boomers en un 71%. Y, con una concordancia neta parecida en algunas áreas de la planificación financiera “sólo necesita un experto, en optimización fiscal”, con un 66% a nivel total, un 64% para los Millennials y un 67% para los Baby Boomers.
Parecido pero diferente
Mientras existe un amplio acuerdo sobre la importancia del element humano, siguen existiendo algunas diferencias claves. Entre el 60% de aquellos que creen que la tecnología no puede reemplazar un servicio personalizado, la afirmación es más firme entre los inversores de Estados Unidos y Europa (con un 76% y 64%), que en la región Asia Pacífico (con un 52%); y más fuerte entre las mujeres que en los hombres (con un 65% y un 55% respectivamente). Entre el 67% neto que sigue queriendo saber que hay un experto detrás de la tecnología, tanto los inversores de Estados Unidos como los de Latinoamérica puntúan más alto (79% y 74% respectivamente), que sus contrapartes en Asia Pacífico con un 59%, y los Baby Boomers puntúan más alto que los Millennials, pero sólo con una diferencia entre 71% y 61%.
¿Qué tareas desempeña un robot?
A la luz de una aparente fuerte preferencia por el toque humano en la inversión, ¿qué hay detrás del repunte en el interés por los roboadvisors y la inversión auto direccionada? Parece que todo depende de la brecha generacional, que se amplía cuando se profundiza en los resultados de la encuesta. Un 29% neto de Millennials concuerda con la afirmación “Las herramientas online y las aplicaciones están reemplazando la necesidad de hablar con un asesor financiero”, en claro contraste con el 2% neto de los Baby Boomers que está de acuerdo con esa afirmación. La división es incluso mayor cuando se trata de realizar la planificación financiera a través de un teléfono inteligente o través una aplicación móvil, un 25% de los Millennials afirma que estarían conformes con hacerlo, en cambio para los Baby Boomers, un porcentaje del 29% neto no estarían conformes con tener que hacerlo.
Dado que los Millennials están comenzando a embarcarse en su independencia financiera, reconocer esta diferencia generacional es vital para los asesores independientes, incluso para los gestores patrimoniales, a la hora de planificar su estrategia a futuro.
¿Qué tipo de tareas son las más apropiadas para la aplicación tecnológica? ¿Qué tipo de tareas están mejor adecuadas a la vida real? Un cuarto de los participantes afirma que poder revisar el rendimiento de sus cuentas de ahorro y de sus inversiones a través de su cuenta online es mucho mejor. Pero, incluso en este caso, un 34% de los encuestados sigue requiriendo tener un contacto humano que lidere el soporte tecnológico. Cuando se trata de cuestiones más complicadas, tales como contratar un plan de pensiones o crear un plan financiero completo, el deseo por utilizar tecnología es mucho menor, con tan sólo un 14% y un 15% de los inversores, respectivamente, realizando este tipo de tareas a través de la web.
Para las tareas de asesoramiento, los roboadvisors no deben molestarse en postular
Parece que las actividades de planificación financiera con un mayor componente “exclusivamente de asesoramiento” son las que se ven más favorecidas en la encuesta: crear una planificación financiera completa (un 64%), comprar un plan de pensiones (un 61%) y la búsqueda de una menor factura fiscal (un 58%). Estas actividades pueden ser las que mayor margen tengan, mientras que las áreas con un menor beneficio para la participación humana son las áreas de investigación de mercado para las mejores oportunidades de inversión (un 48%) y el área de ejecución en el mercado de renta variable (un 49%)
En la era de los coches autónomos y de la televisión a la carta, es muy fácil quedarse preso en el frenesí de la automatización de todas las cosas. Pero la encuesta sugiere que alguno de los avances en tecnología puede ser más ampliamente adoptado que otros, especialmente en las áreas de planificación y asesoramiento. Mientras que es importante para los inversores disponer de las mejores herramientas en algunas partes del proceso de inversión, es el toque personal lo que captura el interés de los inversores al final y el elemento que podría suscitar la fidelización del cliente.