Apoyados en las crecientes muestras de recuperación de la economía mundial y con la esperanza de un estímulo fiscal adicional en EE.UU., los mercados comenzaron a apostar por una reflación en el segundo semestre del año pasado. Los tipos de interés subieron, las expectativas de inflación también lo hicieron y los sectores financiero y cíclico batieron al resto del mercado.
Mientras tanto, los posicionamientos típicos orientados a sacar partido de la «búsqueda de rendimiento» y de la «baja volatilidad» en los mercados globales, que tan buenos resultados depararon en los años precedentes, se rezagaron claramente. También se resintieron los mercados de valores de deuda pública.
“Habida cuenta de la presión que esta aceleración del crecimiento ejercería sobre unos recursos laborales cada vez más escasos, entre los inversores se impuso la idea de que los salarios y los precios en general acabarían siendo superiores a los previstos. También comenzó a tomar cuerpo la idea de que la política monetaria podría normalizarse con más rapidez de lo anticipado”, explican los analistas de NN Investment Partners.
De esta forma, dicen, no sorprende que los inversores empezasen a exigir primas de riesgo más altas en los mercados globales de deuda. También las clases de activos en condiciones de beneficiarse más del crecimiento y vinculadas a flujos de caja que aumentan a tasa creciente en un mundo con un crecimiento del 4% comenzaron a superar en rentabilidad a los activos «de rendimiento», cuya rentabilidad procede en gran medida de pagos de cupón y dividendos.
Para la gestora, la recuperación cíclica sigue presente y continúa respaldando áreas sensibles al crecimiento de los mercados de renta variable globales, como los mercados emergentes y Europa o sectores cíclicos distintos del de materias primas.
¿Reaceleración?
Sin embargo, en los últimos meses los datos económicos han dejado de superar las expectativas y las cifras de inflación parecen haber alcanzado un máximo. Además, las esperanzas de un estímulo fiscal importante, y de reformas que afiancen el crecimiento en EE.UU. se han esfumado casi por entero. Como consecuencia de esto, los expertos de la gestora se cuestionan cada vez más las perspectivas de una reaceleración del crecimiento global y las posibilidades de romper el techo de crecimiento antes mencionado.
“Los inversores han vuelto hasta cierto punto a buscar clases de activos que proporcionen ingresos con regularidad. Esto se ha traducido en una recuperación de los mercados de valores de deuda pública y en un mejor comportamiento de sectores bursátiles que generan esos ingresos, como los de telecomunicaciones, servicios públicos e inmobiliario”, afirman.
Para NN IP, también es muy visible en el renovado interés por la renta fija privada, como la deuda de mercados emergentes y la deuda high yield, que han vuelto a registrar una abundante afluencia de recursos en estos últimos meses.
“El crecimiento sostenido, la creciente toma de posiciones en la región de mercados emergentes, las bajas tasas de impago y la aceleración del crecimiento de los beneficios son sólo algunas de las razones que continúan sosteniendo a estas clases de activos”, concluyen.