De acuerdo con la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), México tiene aún una ventana de oportunidad para hacer frente a los diversos retos que enfrenta su sistema de pensiones pero debe actuar pronto para mejorar la perspectiva de sus futuros pensionados y evitar generar insatisfacción entre los ahorradores como ha sido con la experiencia chilena.
En una entrada de su blog, donde define y explica el caso chileno y sus similitudes con el sistema de pensiones mexicano, el organismo identifica varias lecciones:
Primero, los parámetros con los que se establece y se desarrolla un sistema de pensiones resultan fundamentales para explicar su “éxito” o “fracaso” pues no existe ningún sistema de pensiones en el mundo que pague altas pensiones con bajos niveles de contribución, o bajos niveles de densidad de cotización o bajas edades de retiro. Posponer las decisiones necesarias para que dichos parámetros se alineen con una trayectoria para alcanzar mejores pensiones, como ocurrió en Chile, conlleva un riesgo de generar insatisfacción entre los ahorradores.
La segunda gran lección basada en la experiencia de Chile es que posponer las decisiones necesarias para fortalecer los parámetros del sistema de pensiones conlleva un riesgo de generar descontento entre los ahorradores. Más aún, conforme se posponen las decisiones de reformar el sistema, crece el riesgo de politización del mismo y, por ende, la dificultad de llevar a cabo una discusión técnica seria basada en fundamentos.
Tercero, el contexto financiero internacional actual sugiere que nos encontremos ante un escenario de menores rendimientos respecto a los observados en las últimas décadas. Ante ello, una lección clave de Chile es que resulta fundamental liberalizar a tiempo el régimen de inversión que hoy luce muy restrictivo para permitir que las AFORE generen rendimientos más competitivos al ahorro de los trabajadores. En Chile el proceso de flexibilización del régimen de inversión resultó más lento de lo deseable.
Cuatro, y última, una clara lección que deja la experiencia de Chile es que las AFORES deben vincularse mucho más activamente con sus clientes para mejorar los servicios, generar confianza e inducir a sus clientes a ahorrar más mediante alertas tempranas del riesgo de no alcanzar las pensiones deseadas.
«No debe perderse de vista que en la mayor parte de los parámetros relevantes –monto de contribución, densidades de cotización, comisiones -del sistema de pensiones, el SAR tiene niveles por debajo a los observados en Chile lo que sugiere que las pensiones que empezarán a pagarse en 10 o 15 años en México serán inferiores a las de Chile. Por ello, es importante implementar mecanismos alternativos que permitan a los ahorradores elevar su monto de ahorro, fomenten el ahorro voluntario, permitan continuar la tendencia descendente de las comisiones y eleven la cobertura» concluye la CONSAR.