Mientras que el 21% de los españoles dice no contar con ningún tipo de ahorro o inversión, el 28% afirma tener ambos. No obstante, existe una diferencia sustancial entre aquellos inversores que únicamente disponen de ahorros (el 46%) frente a aquellos que solo tienen inversiones (4%). Para incrementar el capital asignado en fondos de inversión, el 34% de los encuestados en España afirma que sería necesario “un régimen tributario más favorable” y el mismo porcentaje afirmó que el factor clave sería poder contar con unas “comisiones más reducidas”. El factor señalado en tercer lugar, “una mayor transparencia en las comisiones”, resultó ser determinante para el 32%.
Son datos que se desprenden de la nueva edición del Global Investment Survey, una encuesta anual que publica Legg Mason y en la que participaron 15.300 personas de 17 países diferentes. En la primera oleada publicada en España, la firma analiza cómo tratan los españoles sus asuntos financieros, qué factores resultan determinantes a la hora de tomar sus decisiones de inversión y cómo afrontan 2017 en términos de inversión.
Conservadores… pero con grandes expectativas
Respecto a su tolerancia general al riesgo, más de las tres cuartas partes de los inversores españoles (76%) se consideran “algo conservador” o “muy conservador” a la hora de invertir a largo plazo. En concreto, el 36% de los inversores españoles describe su tolerancia general al riesgo como “muy conservadora”, el porcentaje más alto de entre todos los países europeos participantes en el estudio. Esta percepción explica que, de media, asignen la mayor parte de sus inversiones a activos líquidos (28,6%) y renta fija (15%). El estudio también revela que los españoles son los inversores europeos con el mayor porcentaje de inversiones asignadas a “inversiones no tradicionales”, como por ejemplo las materias primas (casi el 10% de la cartera).
En cuanto a la distribución geográfica de sus activos, es destacable que algo más de la mitad de los inversores españoles (54%) cuenta con el 100% de sus inversiones en España. Este porcentaje les convierte, junto a los franceses, en los inversores que menos diversifican por región (el 55% de los franceses cuenta con el 100% de sus activos invertidos en su país). Preguntados por el mayor obstáculo a la hora de invertir fuera de su país de origen, el 21% señaló en primer lugar la “incertidumbre mundial”, mientras que el 16% considera que “no estar familiarizado con las oportunidades” es el obstáculo más importante.
Pese a considerarse inversores conservadores, el estudio muestra que los españoles buscan obtener unos rendimientos altos de sus inversiones. De hecho, los españoles se sitúan entre los inversores europeos que buscan mayores tasas de rentabilidad, con una media del 7,2% y solo superados por los suecos, que buscan un 7,87%. Sin embargo, la tasa media de rentabilidad que los inversores españoles perciben es, en realidad, del 4,88%.
«La encuesta Global Investment Survey muestra que España cuenta con la mayor brecha de Europa en cuanto a la rentabilidad que los inversores esperan de sus inversiones y lo que obtienen en realidad. Mientras que la brecha de rentabilidad en Europa se sitúa en alrededor del -1,74%, en nuestro país alcanza el -2,32%. Estos datos muestran que todavía queda mucho trabajo por hacer a la hora de buscar y elegir el producto más adecuado para cada perfil de inversor. Además, creemos que la gestión activa seguirá desempeñando un papel clave para reducir esta brecha», dice Javier Mallo, responsable de Legg Mason para España y Portugal.
Los más influenciados por la crisis financiera de 2007-2008
Al pedirles que resumieran en un único concepto su enfoque de ahorro e inversión durante los tres últimos años, el 39% eligió “continuidad” (“no haber realizado ningún cambio”) en primer lugar, mientras que uno de cada cuatro (25%) optó por “ambición” (“tener un fuerte deseo de incrementar su patrimonio”). Esta idea de continuidad aparece de nuevo cuando se les pregunta si se arrepienten de alguna decisión de ahorro o inversión realizada en los últimos 10 años. Al respecto, el 34% confirma no lamentar ninguna decisión relativa a sus ahorros o inversiones mientras que el 14% lamenta haberse equivocado a la hora de valorar cuándo entrar y salir del mercado y el 13% no haber diversificado mejor entre las distintas clases de activos.
Ahorrar dinero en efectivo (18%) y comprar un activo inmobiliario (18%) han sido las dos decisiones de inversión tomadas en los últimos 10 años de las que los inversores españoles se sienten más satisfechos. De este modo son, junto con los italianos, los que más cómodos se sienten manteniendo sus ahorros en efectivo. Cabe destacar que haber adquirido un bien inmobiliario es la decisión con la que más satisfechos se sienten todos los inversores europeos participantes en este estudio.
La encuesta muestra, además, que la crisis financiera de 2007-2008 y la recesión posterior aún condicionan las decisiones de ahorro e inversión de los inversores españoles. Tres de cada cuatro (74%) se muestran “algo condicionados” o “muy condicionados” por la crisis, lo que representa el porcentaje más elevado de Europa, junto con Italia.
El estudio también analiza los factores que determinan la decisión de vender una inversión. En este sentido, uno de cada cuatro inversores españoles seleccionó “cuando la inversión ha alcanzado su objetivo” como la opción más importante, seguida de la “necesidad de liquidez” (19%) y la aversión al riesgo en el 14% de los casos (“cuando creo que la inversión se está volviendo demasiado arriesgada”).
¿Qué depara 2017?
A pesar de la brecha mencionada anteriormente, el 59% se muestra optimista sobre las perspectivas de crecimiento de sus inversiones durante 2017. Este porcentaje muestra que los inversores españoles se sitúan entre los más optimistas de Europa respecto a sus inversiones, junto con los británicos y los suecos. Dicho optimismo también se manifiesta en el hecho de que un tercio (33%, el dato más alto de todos los países europeos) desee asumir un mayor riesgo en las inversiones que va a realizar en lo que queda de año. Por su parte, el 47% de los inversores españoles no espera cambiar el nivel de riesgo de su cartera de ahorros e inversiones en 2017.
Según Mallo, “este dato constituye una de las conclusiones más significativas de la encuesta Global Investment Survey de Legg Mason: a pesar de que los inversores españoles sean los más conservadores y los que más aversión al riesgo presentan, también son los más proclives a asumir más riesgo en 2017 para aumentar la rentabilidad de sus carteras”.
Existen ciertos asuntos por los que los inversores españoles se muestran preocupados a la hora de pensar en sus inversiones en el presente año. Las tres preocupaciones principales son, en primer lugar, la inestabilidad política a escala mundial (57%), seguida del desempleo (55%) y de la inestabilidad económica mundial (55%). Destaca que la inflación preocupa al 49% de los inversores españoles, el mayor porcentaje registrado entre los países europeos que han participado en el estudio.
Por último, los inversores españoles considerarán que probablemente el sector inmobiliario (30%), la renta variable internacional (25%) y la renta variable nacional (23%) serán las mejores oportunidades de inversión del año. En cuanto a los países y regiones que representan las mejores oportunidades de inversión para ellos en 2017, el 35% indicó a EE. UU. como la primera opción, seguido de Europa (excluyendo el Reino Unido) y China compartiendo segundo lugar (34% ambas regiones).