Una asignación específica a la deuda asiática puede ayudar a capturar la prima de los mercados emergentes con un ratio menor de volatilidad. Así lo cree Joyce Tan, portfolio specialist de NN Investment Partners.
En el entorno de incertidumbre geopolítica actual, con Donald Trump de protagonista indiscutible, la gestora propone esta clase de activos para inversores que quieren diversificar su cartera sin caer en las posiciones tradicionales de deuda, “donde la exposición asiática es baja en índices de bonos globales”, puntualiza en su análisis, añadiendo que los inversores también pueden beneficiarse de una asignación a créditos asiáticos.
La región de crecimiento más rápido del mundo
La apuesta de NN IP en este caso es la de una región que aporta el 60% al crecimiento global. No en vano, pese a la desaceleración del crecimiento de China, la región todavía creció un 6,3% en 2016 y se espera que mantenga su tasa de crecimiento este año y a largo plazo.
“Las perspectivas a corto plazo también parecen brillantes. La demanda mundial comenzó a recuperarse desde finales de 2016, dando como resultado una recuperación de las exportaciones regionales. En enero, los envíos de ultramar de China aumentaron año con año por primera vez en 10 meses, mientras que Corea y las exportaciones de Taiwán fueron impulsadas por el repunte de la demanda de semiconductores”, afirma la especialista de NN IP.
Estos factores apuntan a que la recuperación de China parece ser más estructural que meramente cíclica, ya que las industrias del sector privado, como el equipo general y la recuperación de la electrónica. El crecimiento de la inversión del sector privado, habiendo disminuido desde 2011, subió a un nivel de 7,7% en marzo. Esta mejora estructural es un buen augurio para las perspectivas de crecimiento de mediano plazo de China.
A nivel fundamental, señala Tan, la mayoría de las economías asiáticas gozan de considerables superávit por cuenta corriente, reservas de divisas y robustos balances bancarios, que fortalecen su capacidad de resistencia a los riesgos mundiales y la capacidad de gestionar los flujos de capital.
Calificación media BBB+
Por todo ello, NN IP cree que a medida que las economías asiáticas crecen, sus necesidades de financiación se van a acelerar también.
“Desde un mercado pequeño e ilíquido dominado por emisores soberanos, el mercado crediticio ha crecido significativamente para satisfacer estas necesidades de financiación, liderado por empresas. Las emisiones de bonos corporativos y cuasi soberanos (85%) superan ampliamente a los bonos soberanos asiáticos denominados en dólares (15%) a medida que los países regionales maduran y prefieren emitir deuda en sus monedas locales”, dice.
Otro punto a favor de la deuda asiática es que la calidad crediticia de los mercados de bonos asiáticos es alta en comparación con otras regiones de los mercados emergentes. De media, la región tiene una calificación investment grade de BBB+, y este segmento representa el 79% del mercado.