El director mundial de estrategia de inversión de BlackRock, Richard Turnill, cree que la reforma del impuesto de sociedades en Estados Unidos podría reforzar el contexto de reactivación económica iniciado antes del pasado noviembre.
Así lo expresa en su comentario semanal de inversión, donde también opina que algunos Trump trades se desencadenaron parcialmente a principios de la semana pasada, mientras que la incertidumbre política en Francia e Italia hizo que los diferenciales de los bonos se ampliaran. Por otro lado, entre los tres temas más destacados del momento, señala que las declaraciones de la presidenta de la Fed, Janet Yellen, ante el Congreso estadounidense esta semana podrían elevar las perspectivas del mercado sobre una subida de tipos en marzo por parte de la Fed.
“Nuestra preferencia por los activos que se benefician de la reactivación económica -o lo que es lo mismo, activos que probablemente se beneficien del aumento del crecimiento y la inflación- no está supeditada a la reforma fiscal que se lleve a cabo en Estados Unidos, si bien ésta podría impulsar esta temática del mercado”.
Por ejemplo, Turnill dice verque la reactivación económica impulsa unas mayores ganancias para las empresas estadounidenses de pequeña capitalización. “Por lo general, esta clase de activo obtiene mejores resultados durante los periodos de aumento de tipos”. Los recortes de impuestos conformarían un impulso adicional que beneficiaría drásticamente a las empresas de pequeña capitalización, dado que se enfrentan a unos tipos impositivos efectivos superiores, opina.
Ganadores y perdedores de la reforma tributaria
La reactivación del comercio se ha acelerado y desacelerado desde noviembre al ritmo de las expectativas de la reforma fiscal en Estados Unidos, dice. Pero opina que cualquier reforma tributaria este año sólo debe reforzar un ambiente de inflación ya existente antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Una incertidumbre significativa envuelve el plan tributario final, y la necesidad de encontrar ingresos compensatorios significa que la reforma tributaria creará ganadores y perdedores.
El ajuste del impuesto fronterizo sometería efectivamente a las importaciones a un impuesto del 20% para ayudar a pagar cualquier recorte impositivo a las empresas. Los defensores argumentan que el dólar estadounidense debería reaccionar al alza, compensando el impacto en el comercio o los precios al consumidor. “Vemos solo un ajuste parcial de la moneda, que podría ayudar a los exportadores y perjudicar a los minoristas y los consumidores. La forma en que el dólar estadounidense se comporte en dicho escenario será clave para los mercados y la economía estadounidense”, señala.
También cree que otra reforma propuesta, desechando la desgravación de los gastos por intereses, acabaría perjudicando a las compañías altamente apalancadas y tendría implicaciones importantes sobre cómo las empresas se financian en los mercados de capital. Sin compensar los ingresos, los grandes recortes de impuestos a las empresas aumentarían el déficit, creando un estímulo inflacionario que podría llevar a tipos de interés más altos, asegura, añadiendo que “vemos una potencial volatilidad en los próximos meses, a medida que surjan más detalles sobre las reformas”.