Si bien las inversiones indexadas tienen su lugar, es importante reconocer lo que las estrategias de gestión activa pueden hacer por los inversores, especialmente en el entorno actual, en el que las estrategias pasivas conllevan enormes riesgos.
Estas son para Legg Mason Global AM las siete razones para optar por estrategias activas ahora:
1.- Los promedios de la industria no describen todo el panorama. Las estadísticas sobre el rendimiento de los fondos de gestión activa en general han mostrado conclusiones diferentes a través de los años. Sin embargo, lo que les interesa a los inversores es el rendimiento de los fondos activos que poseen, los cuales pueden variar considerablemente. La clave para los inversores es enfocarse en administradores cuyo enfoque sea realmente distinto al de los índices, y que sean cautelosos con respecto a los fondos que siguen de cerca el índice de referencia (index huggers), que no son lo su cientemente diferentes para conseguir mejores resultados.
2.- Las necesidades de los inversores pueden exigir rendimientos superiores. Muchos inversores tienen objetivos agresivos o prioridades inminentes que solo se pueden lograr con rendimientos superiores a los de las estrategias pasivas. En muchos casos, la única manera de alcanzar estos objetivos sin tener que reasignar dinero formalmente en sectores de mayor riesgo, es con los rendimientos superiores generados mediante las estrategias activas.
3.- Los índices pueden presentar riesgos reales. Los índices no son promedios del universo completo de los títulos en una clase de activos. En cambio, son modelos construidos en torno a suposiciones, muchas de ellas arbitrarias, sobre lo que se debe incluir y cómo ponderarlo. Desafortunadamente, con el tiempo, esas suposiciones pueden introducir riesgos imprevistos.
Por ejemplo: el aumento considerable en los bonos del Tesoro como un componente del popular índice Bloomberg Barclays US Aggregate Bond Index que se ha venido dando desde que la crisis financiera expuso a los inversores pasivos a riesgos de tipos de interés y duración no deseada.
Otro ejemplo: el riesgo de concentración inherente en un índice ponderado por capitalización como el S&P 500 con las 10 acciones principales que representan más del 18 % de su valor. Pero, ¿son esas acciones la mejor opción para obtener futuras ganancias?
4.- Algunos sectores son naturalmente compatibles con los fondos de gestión activa. En mercados especializados, donde es más difícil obtener información (piense en acciones de baja capitalización, acciones de mercados emergentes, bonos de alto rendimiento global), los administradores de fondos activos pueden agregar valor usando su experiencia para identi car títulos que estén subvalorados en relación con sus variables fundamentales.
5.- Las estrategias activas pueden mantener y aumentar los activos. Tras comisiones, una estrategia indexada de gestión pasiva ganará todo lo que su indicador bursátil gane, pero también perderá todo lo que su indicador bursátil pierda. Por el contrario, las estrategias activas tienen la opción de adaptar las tenencias en respuesta a condiciones adversas. De hecho, el alfa generado por una estrategia activa puede rastrearse hasta la captura bajista tanto como las ganancias de los títulos bien seleccionados. En un momento en el que las valoraciones en muchos sectores de acciones y bonos son históricamente altas, y en el que probablemente las tasas suban, la exibilidad de las estrategias activas ofrece una medida de prudencia además de posibles ganancias.
6.- Es un mundo incierto, ¿puede darse el lujo de no usar ambos enfoques? En 2016, las sorpresas del mercado hicieron aún más difícil predecir qué sucederá en el futuro. Es posible que el largo periodo de ganancias desde la crisis financiera que impulsó las estrategias pasivas, no sea necesariamente el arco del futuro. Un análisis reciente realizado por eVestment Alliance sobre el rendimiento de las acciones de alta capitalización de gestión activa y pasiva desde 1985 hasta 2015 mostró un patrón cíclico en el rendimiento de los dos enfoques durante los últimos 30 años. Sin embargo, reconocer que puede existir un patrón no signi ca que se pueda anticipar el inicio y el n de una nueva fase, por lo que es aconsejable mantener ambos tipos de inversiones.
7.- Los inversores merecen tener opciones. Aceptar los altibajos de las inversiones activas no es simplemente una cuestión financiera. Es además una cuestión de temperamento. Algunas personas preferirían arriesgarse a buscar un rendimiento superior en vez de conformarse con la mediocridad de una rentabilidad indexada, aceptando los riesgos de obtener un rendimiento inferior. De por sí, la cuestión depende del tipo de riesgo que uno quiere aceptar en su cartera y del nivel de volatilidad preferido.