Los fondos de pensiones de empleo, promovidos por las empresas para contribuir a la jubilación de sus empleados, han ganado la batalla de la rentabilidad en los últimos diez años, según la segunda edición del estudio “Situación del ahorro colectivo en España. Resultados históricos de los fondos de inversión y de pensiones”, elaborado por Mercer y ESADE Business School y presentado recientemente en Madrid. En la presentación del informe, sus autores han detallado los resultados de este análisis que incluye a 1.074 fondos de aseguradoras, entidades bancarias españolas, boutiques nacionales y gestoras internacionales.
A la cabeza en rentabilidad
La conclusión más llamativa es que en la última década, las rentabilidades netas medias de los fondos de inversión y los fondos de pensiones individuales han sido muy similares (un 1,4% y un 1,7% respectivamente), mientras que en el caso de los fondos de pensiones se amplía hasta un 3%, con, además, un nivel de riesgo significativamente inferior.
La mayoría de los fondos de empleo invierten, por lo tanto, de forma muy conservadora concentrándose casi todos ellos en la zona de menos riesgo. “No hay fondos de pensiones de empleo de renta variable emergente o japonesa. Ese nicho lo cubren los fondos”. Además, las comisiones son sensiblemente inferiores situándose de media en el 0,4% frente a unas comisiones por encima del 1% en el caso de fondos de inversión y de pensiones individuales.
Según Carmen Ansótegui, profesora de ESADE y co-autora del estudio, “la explicación a la mejor relación entre rentabilidad y riesgo de los fondos de pensiones de empleo también reside en la existencia de mandatos de gestión, claramente definidos por parte de las Comisiones de Control, que disponen de medidas de control de riesgo y, en algunos casos, que también disponen de objetivos de rentabilidad y cuentan con retribución variable de las entidades gestoras ligada a estos objetivos”.
Si se segmentan los resultados obtenidos por el universo de fondos en función del tipo de entidad gestora (entidades aseguradoras, gestoras ligadas a bancos españoles, gestoras independientes españolas y gestoras internacionales), se observa que los resultados en promedio no son significativamente mejores ni peores en ninguno de los cuatro tipos de entidad.
Sin embargo, según ha explicado Alejandro Olivera, analista de Mercer, si profundizamos en el análisis, observamos que “las aseguradoras y las gestoras bancarias españolas muestran mejores resultados en los fondos de empleo, mientras que, además, las segundas son las únicas que cubren toda la gama de vehículos y categorías”. “Las gestoras independientes y las internacionales obtienen mejores resultados en fondos de pensiones individuales”, ha concluido.
Los fondos de pensiones individuales deberían asumir más riesgo
En cuanto a los fondos de pensiones individuales, Ansótegui señala que “las gestoras no están aprovechando su teórico mayor plazo de inversión para asumir un mayor riesgo y ofrecer así a los suscriptores una mayor rentabilidad” y recomienda que vayan más allá de la renta variable europea o consideren otros activos alternativos.
Rotación hacia activos de mayor riesgo de gestoras internacionales
El patrimonio de los fondos de inversión alcanzó a 30 de septiembre de 2016 los 300.000 millones de euros en España, un 2% más que un año antes debido, principalmente, al crecimiento de los fondos internacionales que han pasado de representar el 11% del mercado español a un 25%.
En los últimos dos años se ha observado una disminución de la inversión en activos de menor riesgo, renta fija, monetarios y, especialmente garantizados en favor de los fondos comercializados por entidades internacionales que ofrecen productos alternativos. “Las gestoras internacionales ofrecen productos algo distintos a los tradicionales y la falta de rentabilidad ha hecho que haya que invertir en algo más que en activos monetarios. Ahí las internacionales tienen más experiencia”, explica Xavier Bellavista, co-autor del informe. Pero, según Bellavista, puede que el inversor no sea del todo consciente de este mayor riesgo que ha empezado a asumir.
Lo cierto es que la rentabilidad de los fondos de inversión de renta variable y los monetarios han obtenido en el período casi los mismos resultados, algo que los autores atribuyen al contexto de tipos de interés bajos y al mal comportamiento de la renta variable europea.