Después de un año de expectativas confusas, hacer predicciones para el 2017 puede parecer un error. Pero el trabajo de los gestores es anticipar el futuro –y respaldados por una serie de desarrollos positivos – Ian Simm, fundador y el CEO de Impax Asset Management, socio de BNP Paribas Investment Partners, cree que la tesis que apoya la inversión en las acciones de compañías relacionadas con el medioambiente sigue siendo atractiva.
Aunque el próximo presidente de Estados Unidos ha elegido a un escéptico del cambio climático para el cargo de regulador medioambiental, es probable que un gobierno de Trump sea positivo para muchas empresas que trabajan para el medioambiente. “Si tenemos en cuenta una visión más amplia, las tendencias globales que sustentan las empresas de soluciones a los problemas ambientales continúan registrando un impulso”, explica Simm.
El contexto macroeconómico
En lo que respecta al contexto fiscal, en los mercados hay una tendencia clara en la que los gobiernos están pasando de la austeridad a una política de estímulos, con el apoyo de la inversiones en infraestructuras que se esperan de la administración Trump, así como en países como el Reino Unido, Japón y Canadá. Simm subraya que las empresas más pequeñas que tienen bajos niveles de deuda, como suele ser el caso en el sector del medioambiente, también están bien posicionadas para superar al mercado de renta variable global si suben los tipos de interés.
Posible ventaja del gasto en infraestructura
Para el fundador de Impax Asset Management, el aumento del gasto en infraestructuras promete impulsar sectores clave del mediambiente, a saber, infraestructuras y tecnologías de aguas y desechos, pruebas ambientales y consultorías ambientales. Estas compañías, recuerda, representan una porción mucho mayor de las carteras de inversión de la firma que las compañías de energías renovables con sede en Estados Unidos, que están más expuestas a una política incierta de energía fósil.
“Pero incluso aquí, creemos que el riesgo bajista ha sido exagerado. Gran parte del apoyo que tienen las renovables en Estados Unidos es a nivel estatal, mientras que los créditos fiscales federales clave para la energía eólica y solar se generalizaron hace apenas 12 meses, con un sustancial apoyo republicano. Y quizás lo más importante, el atractivo económico cada vez mayor de la energía eólica y solar en tierra significa que pueden seguir compitiendo con la generación de energía a base de carbón y gas natural”, apunta.
Medidas internacionales sobre el cambio climático
El ambiente en la conferencia sobre el clima de la COP22 en Marrakech fue optimista. La respuesta de la comunidad internacional a la amenaza preelectoral de Trump de «cancelar» el Acuerdo Climático de París de 2015 ha sido la de redoblar el apoyo al tratado climático, con China, especialmente, reiterando su compromiso de abordar el cambio climático.
Existe una serie de factores explican esta determinación. “En primer lugar, los datos científicos que respaldan el cambio climático se ha vuelto cada vez más convincentes. En segundo lugar, la oportunidad económica surgida de la transición hacia una economía baja en carbono es cada vez más atractiva. En tercer lugar, el problema de la contaminación atmosférica local en muchos países en desarrollo es una razón persuasiva para frenar el uso de combustibles fósiles”, enumera Simm.
Además, Impax Asset Managementsigue siento optimistas en la inversión en proyectos de energía renovable en Europa, donde los parques eólicos y solares ofrecen retornos a largo plazo vinculados a la inflación. En 2017, es probable que la Unión Europea finalice las últimas directivas sobre energía y clima, que prevén para 2030 una reducción del 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero (respecto a los niveles de 1990), y una mejora en la producción de energía renovable en un 27%.
El sector inmobiliario sostenible también está generando oportunidades, ya que tanto inquilinos como compradores buscan cada vez más activos con altos estándares medioambientales y menores costes de operación.
“Creemos que el sector del medioambiente seguirá ofreciendo a los inversores la flexibilidad, diversidad y resistencia tanto para ofrecer crecimiento como para protegerse contra los riesgos ambientales emergentes. Al adoptar un enfoque activo para invertir en estos mercados dinámicos, la tesis se aplica tanto en tiempos de incertidumbre como en condiciones más benignas”, concluye.